La atención de un país está puesta en los incendios que se producen en la provincia de Córdoba, en una de las temporadas más desbastadora de los últimos años.
Si bien los incendios datan de hace varias semanas, durante el mes de septiembre se perdieron miles de hectáreas a raíz de los incendios que no dan treguas en la provincia, entre las cuales se encuentras en la zona del Cerro Champaquí, en el Valle de Punilla y en el Valle de Calamuchita.
A lo largo del fin de semana, las llamas acorralaron a Villa Berna, y otros dos en Capilla del Monte y Chancaní, detrás Cerro Uritorco, en San Esteban, Los Cocos y la Cumbre, donde se estuvo combatiendo las llamas en las últimas jornadas, donde se registraron docena de familias evacuadas y varias viviendas destruidas.
Los puntos más afectados por las llamas abarcan al Valle de Punilla, principalmente en Capilla del Monte, Los Cocos y San Esteban, donde unas 30 personas siguen evacuadas y se localizaron más de 20 viviendas quemadas. Desde la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), por monitoreo satelital, se estimaron 10.000 hectáreas quemadas.
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Para entender los daños que producen los incendios forestales, estos pueden devastar grandes extensiones de terreno por diversas razones que interactúan entre sí:
Factores naturales:
- Sequía prolongada: Cuando el suelo está extremadamente seco, la vegetación se vuelve altamente inflamable.
- Altas temperaturas: El calor intenso seca la vegetación y facilita la ignición.
- Vientos fuertes: Los vientos pueden propagar rápidamente las llamas, aumentando el área afectada.
- Composición de la vegetación: Algunas especies de árboles y arbustos son más propensas a arder, como los pinos o el eucalipto.
- Topografía del terreno: Pendientes pronunciadas y cañones pueden acelerar la propagación del fuego.
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Factores humanos:
- Actividades humanas:
- Quema agrícola: A veces, el fuego se escapa de áreas cultivadas y se extiende a zonas forestales.
- Fuegos intencionales: Desafortunadamente, algunos incendios son provocados por personas con malas intenciones.
- Actividades industriales: La generación de chispas o el descarte de colillas puede iniciar incendios.
- Cambio climático:
- Temperaturas más altas: El calentamiento global aumenta la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, lo que favorece los incendios.
- Sequías más prolongadas: El cambio climático altera los patrones de lluvia, generando períodos secos más largos.
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