Las semillas recolectadas para el proyecto tienen un índice de germinación superior al 95% y no requieren intervención humana para germinar, por lo que en unos años veremos los frutos de esta acción sin precedentes. El epicentro del experimento, La Amazonia.
En la Amazonía deforestar una hectárea puede costarles a los grupos criminales entre tres a cinco millones de pesos, representados en guadañas, motosierras, combustible, alimentos de los aserradores y sus familias y los campamentos que construyen para pasar la noche y agilizar la tala de árboles.
Por ejemplo, en una sola vereda de Mapiripán, Meta, se deforestaron en 10 meses ocho mil hectáreas, lo que significa que los grupos ilegales invirtieron 40.000 millones de pesos para poder sembrar su coca.
Antes de enfocarnos en la nota, vale recordar que el 14 de diciembre, helicópteros del Comando Conjunto n.º 3 del Ejército Nacional despegaron del aeropuerto de Florencia, Caquetá, con una misión: lanzar desde el cielo pellets, unas pelotas del tamaño de una moneda con cinco semillas nativas para probar un piloto experimental de reforestación en esta zona suroriental del país que conforma el ecosistema de la región amazónica.}
En restauración, generalmente se procura utilizar una gran o una buena representatividad de especies, sobre todo que estén representados distintos grupos funcionales para que eso realmente permita que el ecosistema restablezca funciones; esa es una de las metas de la restauración. Como esto es un ejercicio piloto, pienso que por eso usaron pocas especies. Si planean hacer esto a una escala más amplia, indudablemente van a tener que utilizar muchas más especies.
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Nueva misión de reforestar la Amazonía
“Las semillas tienen un índice de germinación superior al 95% y no requieren intervención humana, por lo que en unos años veremos los frutos de esta acción sin precedentes”, señaló el atleta que ejecutó el salto.
El paracaidista brasileño Luigi Cani ejecutó uno de los saltos más importantes de su vida en la Amazonía. En esta ocasión, el poseedor del récord mundial del salto en paracaídas más pequeño del mundo, llevó más de 100 millones de semillas —de 27 especies de árboles nativos del bioma local— a una zona remota deforestada en el corazón de la región amazónica, reportaron durante los últimos días medios locales.
“Pasamos por un proceso muy exhaustivo para reunir todas las herramientas capaces de hacer posible esta acción. Y no hay mejor sensación que el momento en el que volvemos a tocar el suelo y sabemos que todo salió bien”, señalo Cani.
“Las semillas recolectadas para el proyecto tienen un índice de germinación superior al 95% y no requieren intervención humana para germinar, por lo que en unos años veremos los frutos de esta acción sin precedentes”, agregó.
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Alrededor de 3,7 toneladas de materiales y equipos fueron enviadas por barco a Novo Aripuanã, al norte del país, mientras que otras acciones fueron realizadas con un vehículo eléctrico en tierra.
Para el salto se lanzó una caja de madera biodegradable de más de 1 m³ y 300 kg de semillas desde un avión a 14.000 pies.
Cuando llegó a 6.500 pies de la zona deforestada, Luigi Cani se sumergió a 300 km/h, alcanzó la caja en caída libre y soltó las semillas a la altura correcta para garantizar una distribución precisa y uniforme.
“El proyecto pretende ayudar en la recuperación del medio ambiente, reaccionando a los impactos sufridos en los últimos años”, señaló BTG, banco de inversión brasileño, que contribuyó en esta acción promovida por Audi.