02-10-23 |

4 mitos de los alimentos congelados que nos hacen perder comida

Según datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Argentina pierde o desperdicia 16 millones de toneladas de alimentos cada año, o unos 362 kg. per cápita.

Usar el freezer para conservar alimentos es un excelente recurso que nos permite extender el período de tiempo en el que podemos consumir los alimentos. Podemos pensar que congelar alimentos es como presionar un «botón de pausa» que extiende el tiempo que contamos para consumirlos.

La congelación es un proceso que retrasa el deterioro de los alimentos evitando que los microorganismos se desarrollen. Cuando el agua que contienen los alimentos se congela, forma cristales de hielo y deja de estar disponible para que los microorganismos la usen para desarrollarse. Sin embargo, la mayoría de los microorganismos siguen viviendo durante la congelación, por lo tanto también hay que ser cuidadosos con la manipulación de los alimentos una vez descongelados.

Esta cantidad equivale al 12,5% de todos los alimentos producidos en el país. La pérdida de alimentos se refiere a la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos en toda la cadena de suministro desde la cosecha hasta la venta al por menor, pero no la incluye.

El desperdicio de alimentos ocurre en las etapas de distribución y consumo, son las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores las que conducen a una disminución en la cantidad o calidad de los alimentos.

Por tanto, es muy importante considerar qué medidas pueden tomar los consumidores para evitar el desperdicio de alimentos. Aquí tienes algunos consejos para organizar nuestras comidas para que no tengamos que tirarlo o se pudra.

Planificar. Evitar comprar de más haciendo la lista del supermercado y almacén en función de las necesidades.

Mantener el orden. Tanto en la alacena como en la heladera es ideal mantener la rotación y poner adelante los productos que vencen antes.

Elegir frutas y verduras irregulares. Se conservan perfectamente sus nutrientes y cualidades.

Cocinar lo justo. Calcular en relación la cantidad de comensales.

Reutilizar las sobras. Pueden usarse en una nueva comida o guardarse en el freezer para otro momento.

Compostar. Convertí los restos de frutas y verduras crudas, yerba y cáscaras de huevo en abono natural para las plantas.

Concientizar. Conversar acerca tema. Invitar a otros y otras a cocinar y consumir

Sin embargo, se dice que una de las razones por las que se tira tanta comida son «miedos infundados» que tienen muchos consumidores sobre el uso del freezer. Hay mitos falsos que se viralizan y hacen que la gente tire la comida, en vez de guardarla y reutilizarla. Vamos a refutar algunos de esas creencias sobre el uso del freezer que producen que la gente tire comida de forma innecesaria.

No se puede congelar después del día de compra

Mucha gente piensa que los alimentos solo se pueden congelar el día en que se compran.

Sin embargo, se puede congelar la mayor parte de los alimentos más adelante, siempre que sea antes de que se venza su fecha de caducidad.

El peligro, en este caso, es que se te olvide y cuando quieras congelarlos, ya hayan caducado.

Por eso, se recomienda «congelarlos tan pronto sepas que no los vas a consumir», para evitar tener que tirarlos a la basura más adelante.

Pero esto es solo una recomendación, no una obligación. Hay que pensar en el freezer como en un «botón de pausa», que nos da más tiempo para consumir los alimentos.

Una vez sacados del freezer, se recomienda descongelar despacio, preferiblemente en la heladera durante la noche, para reducir el riesgo de que crezcan bacterias dañinas.

Esto se debe a que cuanto más cálida sea la temperatura, más activas están las bacterias. Si se necesita consumir rápido se puede descongelar en el microondas, pero hay que comprobar que no hay trozos congelados o fríos en medio.

No se puede volver a congelar alimentos que ya fueron descongelados

Esta es otra creencia muy extendida. Esto es porque los alimentos que se vuelven a congelar pueden causar problemas digestivos una vez descongelados, debido a la multiplicación de las bacterias.

El truco para que esto no pase es cocinar los alimentos. Es perfectamente seguro cocinar carne que fue descongelada para elaborar un nuevo plato y luego volver a congelar ese plato para consumirlo otro día.

Hay que asegurarse de cocinar todos los ingredientes a una elevada temperatura ya que el calor extremo mata las bacterias.

Y luego esperar a que se enfríe antes de meterlo de nuevo en el freezer: si se lo mete en el freezer cuando todavía está caliente, aumentará la temperatura del congelador y puede hacer que otros alimentos empiecen a descongelarse.

Una vez descongelados, los alimentos pueden guardarse en la nevera de forma segura hasta 24 horas. Los alimentos descongelados se estropean de igual forma que si fueran frescos, así que hay que tratarlos de la misma manera.

Hay muchos alimentos que no se pueden congelar

En realidad, se puede congelar casi todo: la fruta, las papas o el pan son algunos de los alimentos que no deberían tener ningún problema, según la organización británica contra el desperdicio de alimentos Love food, hate waste.

Quizás no lo habías pensado, pero otros como la palta, los frutos secos, la leche o la harina, por ejemplo, también pueden congelarse. Incluso se puede congelar el queso, con la excepción del queso blando, porque la textura se vuelve un poco rara.

Hay algunos alimentos que no está recomendado congelar: las salsas que lleven huevo, el kétchup, la lechuga y las hierbas, y algunas frutas con alto contenido en agua como el pepino o los tomates.

En el caso del arroz debería ser servido y consumido inmediatamente después de cocinarlo.

Pero si sobra una parte, hay que «enfriarlo rápido, luego ponerlo en la nevera o congelarlo si se va a consumir más de un día después». Cuando vayas a consumirlo después de congelado, calentalo hasta la ebullición antes de comerlo.

Una vez en el freezer, hay que consumirlos rápido

Esto tampoco es cierto. La mayor parte de las bacterias sobreviven a la congelación, pero se hacen inactivas debido a las bajas temperaturas y a la falta de agua disponible.

Por esto, los alimentos pueden almacenarse en un congelador durante largos periodos de tiempo sin estropearse. Aunque su seguridad no empeora, su sabor o textura sí pueden deteriorarse debido a los daños que producen los microcristales que se forman al congelarse el agua que contienen los alimentos.

Se recomienda consumirlos «entre los tres y los seis meses» después de haber sido congelados, a no ser que las instrucciones en el paquete digan otra cosa. Pero si se pasa este periodo, no significa que haya que tirarlos a la basura.

Si un pedazo de carne, por ejemplo, lleva mucho tiempo congelado, lo mejor es marinarlo antes de cocinarlo, para mejorar su textura, o utilizar hierbas o especias para añadir sabor.

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