19-04-24 |

5 consejos para conservar la lechuga y que no se oxide

¿Cómo evitar que la lechuga se oxide y se ponga negra?. Es muy común que en época de calor o bien en contacto con el frío de la heladera la lechuga cambie su color. En esta nota te contamos como conservarla de manera correcta.

La lechuga es una verdura bastante vulnerable al mismo ambiente, ya sea a la humedad, al calor o al frío directo, estos factores intervienen y provocan que la brillante coloración verde se torne marrón. Esto se conoce como el óxido de la lechuga o «la mancha rojiza». De todas maneras, esta coloración no significa que no se pueda comer, aunque normalmente se acude a quitar estas zonas poco apetecibles.

Este ennegrecimiento u oxidación se da normalmente en el extremo de las hojas superiores y ocurre a causa de una reacción química asociada al gas etileno, que se da cuando depositamos a esta verduras en lugares no correctos, aunque parezcan los más ideales o comunes.

El óxido se produce cuándo los componentes de la planta, conocidos como poliperos entran en reaccción con las enzimas presentes en la lechuga. Normalmente, los poliperos y las enzimas no entran en contacto, pero el daño a medida que pasa el tiempo, las maniobras y la exposición al gas etileno permiten la combinación. Los efectos de oxidación le permiten a los poliperos enlazarse y producir el pigmento rojizo-marrón que conocemos como lechuga oxidada.

La lechuga es una verdura con propiedades muy importantes para la salud, contiene fibras y en sus hojas contienen minerales como el hierro, que al entrar en contacto con el oxígeno, se oxida y cambia a ese color negro característico.

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A continuación te damos algunos tips para evitar que la lechuga se te oxide: Esto se emplea para todo tipo de lechuga, desde la repollada, la criolla, el lechuguin y la escarola.

1. Lava la lechuga y posteriormente retira sus hoja con la mano, ya que si se corta con el cuchillo se cortan los filamentos de la verdura y ocasiona que se oxide mucho más rápido.

2. Sécala muy bien y envuélvela en una toalla de papel antes de guardarla en la heladera. Esto ayuda a que las hojas absorban el exceso de agua sin que se deshidraten.

3. También puedes guardarlas en una bolsa de plástico (polipropileno o bolsa cristal) en los cajones especiales que tiene el refrigerador para las verduras, esto permitirá una mejor conservación.

4. Lava la lechuga con abundante agua y posteriormente añade un par de gotas de desinfectante y después un par de minutos enjuaga, esto ayudará a que no se oxide rápido y se mantenga fresca.

5. Otra opción es usar un refractario de vidrio para guardar la lechuga picada en el refrigerador. Asegúrate que esté bien sellado para evitar el paso del aire.

A manera de recomendación si se quiere cortar esta verdura es mucho mejor utilizar un cuchillo de plástico o cerámica ya que los cuchillos de acero oxidan a la lechuga.

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Con información de: https://www.cocinatis.com/

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