Se pueden llamar plagas de cultivos agrícolas a todos los animales, plantas o microorganismos que tienen un efecto negativo sobre la producción de cultivos. Las plagas prosperan rápidamente en el cultivo al encontrar una fuente concentrada y confiable de alimento.
Una buena forma de evitar las plagas es con la prevención. Es algo difícil de lograr y mucho más en los modelos de producción actuales. De no poder evitarlos, existen algunas alternativas para su control posterior al ingreso al lote.
¿A qué llamamos plagas de cultivos agrícolas?
Una plaga es una “acción masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan daño a poblaciones animales o vegetales”. Tal es la definición de la Real Academia Española: las plagas de cultivos agrícolas son aquellas que causan daño al cultivo.
El modelo de producción actual crea un ambiente favorable para las plagas de cultivos agrícolas. Esto debido al monocultivo de las variedades de alta producción, el cultivo múltiple mediante la reduccion o eliminacion de descanso a los suelos, el uso de fertilizantes, etc.
Dentro de plagas, se pueden identificar distintos tipos:
- Malezas o plantas invasoras: las malezas son un tipo de plagas en cultivos que podemos encontrar en forma frecuente. Este tipo de plagas no afecta directamente al cultivo, sino que compite por los mismos recursos.
Esta competencia afecta a los cultivos disminuyendo sus rendimientos. Dependiendo de la maleza que se trate, podrá ser más o menos invasora y competidora con el cultivo.
- Insectos: este tipo de plaga afecta consumiendo partes del cultivo y afectando la producción final. Pueden proliferar multiplicándose rápidamente dentro del lote o pueden provenir de otras zonas y atacar el lote.
Algunos insectos atacan partes no cosechables del cultivo (ataques indirectos) lo cual disminuye el rendimiento, pero no afecta el producto cosechable.
Otros atacan directamente lo que se va a cosechar y comercializar, pudiendo comerlo directamente o inyectando toxinas que frenan su crecimiento resultando en un producto no comercializable.
- Virus y bacterias: son enfermedades que generalmente se transmiten de planta en planta por medio de un vector. Un vector se le llama a un insecto que al consumir una planta también consume el virus y lo transmite a otra al momento de alimentarse de la misma.
- Hongos: son filamentos sin clorofila que buscan alimento. Su tamaño es mayor y pueden identificarse con más facilidad. Poseen estructuras de reproducción rápida, a través de los cuales se pueden identificar.
¿Cómo detectarlos?
Para detectar las plagas de cultivos agrícolas siempre se deben realizar monitoreos en el campo. Al ir al lote, se debe conocer qué tipo de plagas pueden estar afectando de acuerdo al momento del ciclo en el que se encuentra.
Además se deben tener en cuenta las condiciones climáticas de los últimos días para poder sospechar de alguna enfermedad u hongo.
Al monitorear plagas de cultivos agrícolas, nos encontraremos con diferentes insectos. Existe mucha bibliografía donde encontraremos de qué insecto se trata, el tipo de daño que causa y el NDE (Nivel de Daño Económico).
En el caso de las malezas, también existe bibliografía para poder identificar qué tipo de planta se trata y la dificultad para su control. El momento ideal de control es cuando la planta es pequeña, pero muchas veces resulta difícil identificarla si no tenemos conocimiento previo del lote y sus malezas.
Si buscamos hongos, podemos identificarlos de acuerdo a su estructura reproductiva y teniendo en cuenta las condiciones climáticas de los últimos días. En caso de no esta seguro se puede consultar a fitopatólogos.
¿Cómo evitarlos?
Existen muchas acciones que se pueden realizar para evitar las plagas, algunas de ellas son:
- Utilizar variedades de cultivos que estén adaptadas a la zona donde se sembraran o modificados genéticamente para controlar algún insecto o enfermedad.
- Correcta elección de la fecha de siembra, para así evitar épocas en las cuales las condiciones ambientales son propicias para los insectos.
- Si se cuenta con riego, evitar que la tierra se seque demasiado, como así también encharcamientos.
- Realizar una buena distribución de la semilla al momento de la siembra, eligiendo la densidad y el distanciamiento adecuado.
- Siempre comprar semillas de buena calidad, con buen poder germinativo y en lo posible, que sean certificadas.
- Controlar que todas las herramientas y maquinarias se encuentren en buen estado y funcionamiento. Limpiar todo al cambiar de lote o campo.
- En algunos casos se pueden realizar siembras previo a la cosecha del cultivo anterior. Esto favorece la cobertura del suelo rápidamente luego de la cosecha aunque puede favorecer patógenos en zonas muy húmedas.
- Realizar rotaciones de cultivos en el mismo lote, evitar el monocultivo.
- Utilización de productos químicos preventivos, muy utilizados en aplicaciones a semillas (bajo costo y gran eficiencia) o en cultivos de alto valor, como pueden ser los cultivos de vid.
¿Qué hacemos si ya tenemos presencia de plagas de cultivos agrícolas?
Todos los puntos previos son para evitar plagas, pero muchas veces no son suficientes e ingresan al lote. En estos casos existen algunas labores culturales que podemos realizar. Sin embargo, lo más efectivo es la utilización de productos químicos.
El uso de fitosanitarios requiere de un presupuesto especial, por lo cual se recomienda realizar aplicaciones efectivas. Una herramienta que está cobrando valor es el uso de coadyuvantes.
Si bien estos mejoran las cualidades del caldo de aplicación, se debe realizar un monitoreo exhaustivo del lote para utilizar los ingredientes activos adecuados.
En el siguiente cuadro encontraremos la cantidad de impactos de gotas que se deberían lograr dependiendo de lo que se quiere controlar.
Luego de la aplicación se debe volver a realizar un monitoreo para controlar que todo haya resultado bien. En caso de una falla, se estudiará cuál pudo ser el problema y si se necesitara de una nueva aplicación.
Conclusiones
Existen diferentes tipo de plagas, como así también muchas formas de evitarlas y controlarlas. Lo mejor siempre será tomar medidas preventivas, ya que implica procedimientos más simples que tener que eliminarlas.
Conocer el lote y el clima de la zona es de gran ayuda a la hora de monitorear el cultivo, para estimar qué se podrá encontrar. Además, podemos modificar algunas cualidades del suelo para mejorarlo.
Al realizar un control con agroquímicos, siempre hacerlo de la mejor manera posible. Evitar aplicaciones de mala calidad que puedan derivar en más aplicaciones posteriores e incrementen los gastos. Recordá que en estos casos el uso de coadyuvantes es una gran ayuda.