El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) revela un incremento del 31,4% en la participación del productor en los precios finales de alimentos, con diferencias marcadas entre productos.
Los precios de los agroalimentos se multiplicaron 3,5 veces del campo a la góndola durante abril, según datos del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Esto significa que por cada $1 que recibe el productor, el consumidor paga $3,5.
El informe destaca que la participación del productor en los precios finales promedió el 31,4%, siendo más alta para los productores de frutilla (81%) y más baja para los de limón (8,1%). El IPOD frutihortícola se multiplicó por 4,3 veces, mientras que el ganadero aumentó 3,2 veces en comparación con lo que recibió el productor.
La situación se agrava con una caída del 23,8% en las ventas de alimentos y bebidas en los primeros cuatro meses del año, según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, reflejando una disminución del poder adquisitivo y la resistencia del consumidor a los altos precios.
Los costos en todos los eslabones de la cadena de valor también han aumentado, lo que ha impactado en la rentabilidad, incluyendo devaluación, transporte, logística, servicios públicos y otros.
Brechas destacadas en el IPOD de abril:
Entre los productos analizados, el limón encabezó las discrepancias con una brecha de 12,3 veces entre los precios de origen y destino, seguido por la mandarina (6,9), la naranja (6,3), la pera (5,9) y la carne de cerdo (5,6).
Por otro lado, dentro de la categoría frutihortícola, se observaron brechas significativamente menores. El tomate redondo y el pimiento presentaron una diferencia de 2,1 veces, seguidos por la calabaza y la cebolla con 1,9 veces. La frutilla destacó con la menor brecha, alcanzando solo 1,2 veces entre el precio recibido por el productor y el pagado por el consumidor.