El limonero se puede reproducir mediante esquejes de forma sencilla, si bien no se puede hacer de cualquier manera, ya que precisa de unas determinadas condiciones, especialmente de temperatura, humedad y luminosidad.
El limonero es un árbol que se puede reproducir bastante bien mediante esquejes, aunque hay que tener en cuenta algunas cosas y proceder con suma precaución, ya que los esquejes son muy sensibles al ataque de hongos del suelo.
En nuestras experiencias con el esquejado del limonero tuvimos bastantes éxitos y otros tantos fracasos. Ambos nos han servido para entender que hay que evitar a toda costa y que hay que favorecer.
Los mejores resultados los obtuvimos mediante la separación de retoños de raíz, es decir, chupones que nacían del suelo y que extrajimos con un fragmento pequeño de raíz de la planta madre y ―en ocasiones― con algunas raicillas secundarias.
No hay que perder la esperanza aunque no se observe crecimiento de nuevas hojas después de unos meses, porque puede que las raíces sí se estén desarrollando (ver foto de más abajo)
Esqueje de rama semileñosa
➽ Esquejes de limonero muertos. Fueron abandonados al pensar que no habían tenido éxito, pero estaban enraizando como se puede ver.
Son aquellas ramas finas que han crecido en el último año y que aún no tienen madera dura en su interior.
Siempre que el limonero tenga vigor, será fácil encontrar alguna rama de este tipo en el exterior de la copa o, mejor aún, en forma de chupón que de todas modos habría que eliminar.
Lo mejor es cortarlas a finales del verano, cuanto están ya bien agostadas y repletas de recursos, especialmente las hojas de estas, que es donde el limonero acumula más reservas.
Se cortan de unos 20-25 cm de longitud y se eliminan todas las hojas excepto 2 o 3 ―cuanto más gruesa sea la rama más hojas se pueden dejar.
Esqueje de rama leñosa
En alguna ocasión tuvimos que podar ramas de varios centímetros de diámetro de nuestro limonero 4 estaciones y decidimos utilizarlas para hacer un experimento. Cortamos fragmentos de 30 – 40 cm y los pusimos a enraizar y, ¡sorpresa! emitieron raíces.
Después de mantener los esquejes en una mezcla de turba y arena durante varios meses, no observamos crecimiento de brotes y pensamos que se habían secado, así que vaciamos la tierra y allí estaban las nuevas raíces. Unos filamentos blancos sin ramificaciones aún, pero que sin duda eran raíces.
Protección frente a la desecación
Como estos esquejes conservan algunas hojas, hay que evitar que un ambiente demasiado seco acelere la deshidratación del esqueje a través de los estomas ―los poros― de las hojas.
Para ello es muy recomendable cubrir el esqueje con una bolsa de plástico transparente para que se conserve la humedad en su interior. Cada 2 o 3 días hay que levantarla para que se ventile la planta, y evitar así la aparición de hongos sobre el esqueje.
Hormonas de enraizamiento
Aunque no son imprescindibles para que el esqueje emita raíces, pueden facilitar mucho el proceso.
Pueden ser líquidas o en polvo, y se impregnan en la parte inferior del esqueje para que estimulen la formación de raíces en esa zona.
Son fáciles de encontrar en cualquier centro de jardinería o a través de internet.
Medios para el esquejado
En maceta
Es quizás la forma más cómoda y segura, puesto que permite ajustar las condiciones ―temperatura, luz y humedad― para que resulten favorables para el esquejado.
La fibra de coco es quizá el mejor sustrato para llenar las macetas de esquejes, ya que retiene mucha agua y no posee patógenos, como si puede haber en la tierra común.
En tierra
Es técnicamente posible que un esqueje emite raíces cuando se planta en la tierra del huerto o del jardín, pero también es cierto que pueden surgir algunos problemas con esta modalidad.
Uno de los más frecuentes es el ataque de microorganismos patógenos o saprófitos, que infectan el esqueje e impiden que el proceso tenga éxito. Casi siempre termina con la muerte del esqueje.
Otro inconveniente es que al estar en un lugar fijo, es complicado regular la luminosidad, la temperatura o la humedad, ya que las condiciones ambientales ejercerán una fuerte influencia sobre el esqueje.
En agua
Muchas plantas emiten raíces con facilidad cuando se sumerge una rama en agua, como ocurre con el sauce, por ejemplo.
En cambio, no es un buen método para enraizar esquejes de limonero ―ni de otros cítricos― puesto que las raíces de estos árboles no toleran los excesos de agua y se pudren con mucha facilidad.
Tenemos que aclarar que no probamos el esquejado de limonero en agua, si bien con otros frutales ―como el kiwi o la higuera― observamos que algunos restos de poda que cayeron entre hierba alta y mojada enraizaron después de unos meses, mientras que no lo vimos con el limonero.