Una decisión administrativa del gobierno brasileño evitó la aplicación de derechos antidumping provisionales contra la Argentina, protegiendo un negocio anual de más de US$330 millones para la industria láctea local.
El Departamento de Defensa Comercial de Brasil determinó que no existen pruebas de que las importaciones de leche en polvo desde Argentina y Uruguay causen daño a la industria brasileña, por lo que decidió no aplicar medidas preventivas ni aranceles en el marco de una investigación antidumping. La resolución preserva un flujo exportador clave: en 2023 y 2024 se enviaron a ese país entre 90.000 y 95.000 toneladas de leche en polvo por año.
El caso había sido impulsado por la Confederação da Agricultura e Pecuária do Brasil (CNA), que representa a productores de leche cruda. Sin embargo, tras analizar la evidencia presentada por autoridades y empresas argentinas, el Decom redefinió el “producto similar”, considerando que debía compararse con la leche en polvo producida en Brasil y no con la leche in natura. Esta reinterpretación dejó sin sustento los argumentos de la denuncia.
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La defensa argentina contó con el aporte conjunto de la Secretaría de Agricultura, Cancillería, Comisión Nacional de Comercio Exterior y empresas como Mastellone, Las Tres Niñas, Noal SA y Gloria Argentina SA. El trabajo coordinado permitió desactivar, al menos en esta etapa, una medida que hubiera afectado de forma directa la competitividad de la cadena láctea nacional.
Si bien la investigación continuará, esta decisión intermedia otorga un alivio clave para los exportadores argentinos, que mantienen a Brasil como uno de sus principales destinos. El resultado también marca un precedente sobre cómo la precisión técnica en las definiciones y datos puede ser determinante para frenar barreras comerciales en el sector agroindustrial.
Con información de La Nación