Las suculentas vienen en todas las formas y tamaños. Lo mismo sucede con los colores, desde tonos sutiles y suaves hasta colores intensos que se roban todo el espectáculo.
Al escoger una suculenta de un color en particular, podrás cambiar el estado anímico de tu jardín o bien proporcionarle alegría a tu habitación. Generalmente, cuando las suculentas cambian de color no es nada bueno, pues están demostrando que no son saludables y, por tanto, debes actuar rápidamente. El cambio de color surge por diversas razones: mucha luz, poca luz, riego insuficiente, riego excesivo, falta de nutrientes, etcétera. No obstante, cambiar el color de las suculentas puede ser intencionado. Solo deberás hacerlo con cuidado. ¡Toma nota!
¿Por qué las suculentas cambian de color?
Para hacer que las suculentas cambien de color, tendrás que someterlas a una cantidad de estrés físico. Aunque el estrés físico es malo para las plantas, si lo haces en el momento propicio y con mucha precisión, no dañarás a las crasas.
Averiguar qué puedes hacerles a las plantas puede ser todo un desafío. Para obtener una idea de la cantidad de estrés a la que puedes exponerlas te daré el siguiente ejemplo: digamos que te quieres poner en forma y mejorar tu estado físico. El ejercicio intenso será bueno para ti, pero si te excedes, te puedes lastimar. Esto también ocurre con el bronceado, pues si te expones al sol durante largos periodos de tiempo, pese a que obtendrás un color bronce muy bonito, terminarás por quemar seriamente tu piel.
Entonces, lo crucial en el proceso del cambio de color en las suculentas es establecer el nivel de estrés apropiado para que funcione, pero que sea seguro para ellas.
El estrés físico hará que la producción de carotenoides y antocianinas aumente para que sean más fuertes y obtengan un color más vibrante. Aun así, ten en cuenta que no todas las suculentas pueden cambiar de color por más estrés físico que les apliques.
Las suculentas que pueden cambiar su color son aquellas que en sus bordes y puntas tienen un poco de color. Para conseguirlo, solo tienes que comenzar cambiando las condiciones de luz cada día. Expón a las plantas a pleno sol durante un día y a la sombra al otro. El cambio de color de las plantas crasas es lento, por lo que debes tener paciencia. Dependiendo de la especie puede demorar entre una o dos semanas para mostrar colores más brillantes.