El verano es una de las estaciones del año donde las elevadas temperaturas son protagonistas, y estas plantas no se llevan muy bien con las temperaturas extremas, ya sean en época de frío o calor. Por lo que debes tener sumamente cuidado para que puedan seguir viviendo.
¿Por qué las suculentas no pueden vivir en el frío o el calor extremo? Esto sucede ya que cuentan con gran cantidad de agua, que almacenan en sus hojas. Por ello, cuando llegan las bajas temperaturas este líquido que contiene puede congelarse, destruyendo los tejidos de la planta, y en el caso del calor, el sol directo puede dañar sus tejidos y sobrecalentar el agua que alojan en sus hojas. Además el exceso de humedad también puede provocar daños internos.
En este caso, durante la temporada da de verano, es muy importante conocer la especie a la que pertenece tu planta y buscar información sobre qué tolerancia tiene a las elevadas temperaturas.
Cuidar suculentas en épocas de calor puede ser un poco desafiante, pero con los cuidados adecuados, tus plantas prosperarán. Aquí te dejo algunos consejos:
Protección del sol directo:
- Sombra parcial: Durante las horas más calurosas del día, traslada tus suculentas a un lugar con sombra parcial. Esto evitará que las hojas se quemen.
- Ventanas orientadas al norte: Si las tienes en interiores, coloca las macetas cerca de ventanas orientadas al norte, donde recibirán luz indirecta.
Riego moderado:
- Menos frecuencia: En verano, reduce la frecuencia de riego. Espera a que el sustrato se seque por completo antes de volver a regar.
- Evita el encharcamiento: El exceso de agua puede provocar pudrición de las raíces, especialmente en climas cálidos.
Ventilación:
- Circulación de aire: Asegúrate de que tus suculentas tengan una buena circulación de aire. Esto ayudará a que el sustrato se seque más rápido y reducirá la humedad, lo que puede favorecer el desarrollo de hongos.
Sustrato adecuado:
- Buen drenaje: Utiliza un sustrato especialmente diseñado para suculentas, que tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento.
Observación:
- Signos de estrés: Presta atención a los signos de estrés por calor, como hojas arrugadas, blandas o con manchas marrones. Si observas alguno de estos síntomas, aumenta la ventilación o traslada la planta a un lugar más fresco.
Consejos adicionales:
- Rocía las hojas: En las tardes, puedes rociar ligeramente las hojas con agua para aumentar la humedad ambiental, pero evita hacerlo a pleno sol.
- Macetas de barro: Las macetas de barro son ideales para suculentas, ya que permiten que el exceso de agua se evapore más rápidamente.
- Grupos: Agrupar las suculentas puede crear un microclima más húmedo, lo que puede ser beneficioso en algunos casos.
¡Recuerda! Cada especie de suculenta tiene sus propias necesidades, por lo que te recomiendo investigar un poco más sobre las variedades que tienes en casa.
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¿Qué especies debemos cuidar de las elevadas temperaturas?
Si bien las suculentas se adaptan muy bien a las altas temperaturas, el ambiente ideal para que e desarrollen sanas y sin problema es donde la temperatura sea entre 25, 28 y 30°C grados.
Suculentas como el aloe vera, echeveria, crassula, senecio, euphorbia, kalanchoe, portulaca y haworthia requieren cuidados especiales durante el invierno. Estas especies son sensibles a las heladas y a las temperaturas inferiores a 6°C. Por ello, es recomendable trasladarlas a un lugar protegido dentro del hogar cuando las temperaturas comiencen a descender. Del calor, protegerlas del sol directo y de temperaturas superiores a los 30°C.
Para cuidar tus suculentas en verano, es importante ubicarlas en lugares donde reciban luz solar indirecta. Puedes utilizar toldos, mallas sombra o cortinas para filtrar la luz. Evita exponerlas al sol del mediodía, ya que puede causar quemaduras en las hojas. Además, recuerda que el riego excesivo puede ser perjudicial, especialmente en épocas cálidas. Riega solo cuando el sustrato esté completamente seco.
Las suculentas en macetas pequeñas son más vulnerables al sol intenso. Por eso, lo ideal es colocarlas en un lugar cubierto, como una galería o un porche, donde reciban luz filtrada. Evita exponerlas al sol directo, especialmente durante las horas más calurosas del día.
En cuanto al riego, es importante mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero no encharcado. Con dos o tres riegos semanales, dependiendo de la temperatura y la humedad ambiental, será suficiente. Evita mojar las hojas directamente.
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Fuente: guiadejardin.com