Tras la recolección de la cosecha de higos dejaremos que nuestra higuera entre en fase de hibernación, esta se produce a medida que entra el invierno.
Así cuando el árbol ya se encuentre sin hojas y la circulación de la savia se haya ralentizado será el momento de proceder a la poda de las ramas sobrantes.
Podar las higueras es fundamental para asegurarnos una buena cosecha la próxima temporada. Vamos a ver a continuación los distintos tipos de poda que podemos efectuar sobre nuestra higuera para que el próximo verano y otoño podamos disfrutar de una magnífica cosecha de higos.
Material:
- Unas buenas tijeras de poda.
- Sierra de podar.
- Pasta cicatrizante para poda de árboles.
Las primeras ramas a podar serán las más viejas que ya hayan dado fruto. Éstas debemos cortarlas lo más cerca posible del tronco de la higuera.
Para las ramas pequeñas usaremos las tijeras de podar y para las ramas más gruesas la sierra. Quitaremos también las pequeñas ramas que han crecido mal, las que se cruzan por ejemplo o las que siguen una dirección que no nos interesa. Es decir las que crecen hacia dentro del árbol o demasiado hacia fuera.
Cortaremos también las ramas excesivamente viejas, éstas no van a dar gran producción y consumen nutrientes. Las cortaremos lo más cerca posible del tronco y si nacen de la base las cortaremos a ras de suelo. Hemos de procurar que la higuera concentre sus energías en el tronco principal y si aún no lo tenemos por ser la higuera joven procuraremos que tenga pocos y sanos.
Untaremos con pasta cicatrizante todas las heridas que hayamos causado al árbol con la poda. Nos evitaremos problemas y nuestra higuera nos lo agradecerá.
Fotos: rustica.fr