En días de elevadas temperaturas, con cierto porcentaje de humedad ambiente «sudamos la gota gorda». Es inevitable aún estando a la sombra. ¿Por qué sucede esto?
En esta nota te presentamos el grafico para que puedas conocer la temperatura real de superficie y la del aire cuando el porcentaje de humedad es elevado, además te explicamos sobre el mecanismo del sudor.
Llegaron los meses de más calor y a medida que el verano avanza los termómetros escalan, la sensación de calor nos agobia, poco a poco. «Lo que importa es la sensación térmica y no los grados», habrás oído de vez en cuando. Este es un dicho bastante popular, pero ¿qué quiere decir? ¿está en lo cierto? ¿Y cómo lo medimos? He aquí algunas de las claves para entender esta frase.
Temperatura y sensación térmica
Arraigado a nuestra capacidad de sentir calor existen muchos conceptos relacionados entre sí o nuestra percepción de ellos. Comencemos por lo básico: la temperatura, que sería la magnitud física que expresa el grado de frío o calor de los cuerpos o del ambiente en ciertas instancias.
El índice o sensación térmica de calor
En época de primavera y verano, días cálidos y húmedos van ganando protagonismo y la sensación de calor o sensación térmica gana espacio y empezamos a sudar. Ya está aquí los días pesados o agobiantes, cuando las elevadas temperaturas se combinan con la humedad del aire.
En estos casos, los índices de calor se potencian y la sensación es la percepción superior de la esa “temperatura real en superficie” cuando se toma en cuenta la humedad del aire.
La sensación térmica por calor se puede encontrar usando esta tabla de AEMET al hacer coincidir la temperatura del aire con la humedad relativa. La humedad sustituye al viento a la hora de calcular la sensación térmica y sus índices correspondientes.
Al mirar la tabla superior, puede encontrar la temperatura del índice de calor haciendo coincidir la temperatura del aire con la humedad relativa. Por ejemplo, si la temperatura del aire es de 29 ºC y la humedad relativa es del 80%, el índice de calor o térmico es de 35ºC, 6ºC por encima de la temperatura normal. Peor es la sensación de calor al aire libre en días soleados cuando la temperatura el aire libre y sin sombra es mayor.
Hay que recordar que AEMET realiza el cálculo para valores de la temperatura ambiente superiores a 26 ºC y humedades relativas superiores al 40%.
Las áreas rojas en el gráfico indican condiciones peligrosas o extremadamente peligrosas, lo que significa que no debe pasar mucho tiempo al aire libre porque le pone en riesgo de agotamiento por calor e insolación. Es por eso que es muy importante prestar mucha atención no solo a la temperatura del aire, sino también al índice de calor en los días más calurosos del verano.
Impacto en la salud
Las temperaturas elevadas nos hacen sudar y el cuerpo se enfría por la evaporación de la transpiración de nuestra piel. En un día caluroso y húmedo, se produce menos evaporación del sudor, lo que disminuye la capacidad del cuerpo para enfriarse, esto puede derivar en golpes de calor o malestares graves si el cuerpo no se hidrata de manera correcta. En todo caso, el consumo de agua y mantenerse en espacio aireados, frescos es imprescindible.
¿Por qué sudamos?
Sudamos como una respuesta natural del cuerpo, el mecanismo del humano para regular la temperatura corporal. Cuando la temperatura del cuerpo aumenta, el sistema nervioso envía señales a las glándulas sudoríparas para que comiencen a producir sudor.