El vino orgánico puede considerarse sinónimo de vino ecológico. ¿Por qué tienen tanto éxito en argentina?
los productos orgánicos, biodinámicos y de origen natural, porque sienten que sus preocupación también tiene un costado posible en el consumo. Y, lógicamente, la góndola no se queda afuera de esta tendencia y ofrece vinos orgánicos y naturales: solo basta con saber qué buscar (y dónde) para descubrir una nueva camada de vinos que se inscriben cada uno bajo estas banderas.
El cuidado del medio ambiente y la salud se ha convertido en el pilar básico de este siglo. Los productos que consume la gente son parte integral de esta nueva era. En esta nueva era, los alimentos más saludables, frescos y orgánicos comienzan a ganar espacio para el desarrollo, es decir, sin el uso de ningún tipo de fertilizantes, herbicidas o fungicidas o pesticidas.
Relacionado con esto, ahora hay un producto que está atrayendo cada vez a más seguidores e intentando convertirse en una estrella del mercado: el vino ecológico. Pero, ¿de qué se tratan? ¿Qué es diferente de lo tradicional?.
“Los vinos orgánicos provienen de uvas orgánicas, lo que significa que no tienen pesticidas ni fertilizantes. A su vez, provienen de bodegas certificadas”, dijo Francisco Barreiro, experto en la materia y fundador de la Organic Wine Expo.
Otra de las características principales, es que la fermentación debe realizarse con levaduras indígenas (las propias de la uva) o con levaduras sin modificación genética.
Gabriel Elias, gerente general de Bodegas Viñas Alto Salvador, empresa que desarrolla su actividad en cultivo de vid, producción y comercialización de vinos orgánicos, explicó las principales características que hacen a este producto. “Para poder elaborar un vino orgánico es necesario tener la materia prima orgánica y estar certificado. Algunos vinos colocan orgánico en la etiqueta y va en contra de la normativa que regula la industria porque no están habilitados si no están certificados”, explicó.
Y agregó: “La certificación implica que, además de llevar una trazabilidad y cumplir con todas las normativas, existe un organismo de control que verifica mediante inspecciones anuales, que no se haya utilizado ningún agroquímico, ningún producto prohibido y que todos los tratamientos que se realizan en las fincas, sean naturales y dentro de lo que son las practicas permitidas. Eso desde el punto de vista del cultivo. Ya una vez que es cosechada la uva, ingresa a la bodega y también se lleva una trazabilidad de esa uva, respetando los trabajos de fermentación, de estabilización de los vinos naturales, sin la presencia de productos genéticamente modificados. Esto es fundamental para que los vinos sean puros, sean naturales y lleguen al consumidor de esa forma”, sostuvo.
En definitiva, los vinos orgánicos, son vinos mas sanos, pero que no tienen un procedimiento distinto en cuanto a la elaboración del vino convencional. “Son menos nocivos para la salud y aportan al cliente la posibilidad de conocer realmente cuál es el sabor del vino, en base a cada una de las uvas que se han tenido en cuenta para la elaboración”, agregó Elias.
Actualmente, en la Argentina existen 75 productores de vinos orgánicos, es decir de uvas puras, sin ningún tipo de aditivo. Los precios de las botellas van desde los $400 y llegan a los $16.000. Además, las variedades son las ya conocidas, entre las que se destacan: Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Siráh, entre otras.
En cuanto al punto de vista comercial, los expertos aseguran que se ha notado un importante crecimiento en los últimos 2 ó 3 años en el mercado interno. En tanto, el mercado internacional ya venía más desarrollado, razón por la que gran parte de la producción se exporta.
“Creo que la tendencia tiene que ver con la consciencia social del cuidado a uno mismo y del medio ambiente”, sostuvo Laura Ciacera, directora y productora de Bodega Lalala. Además, recalcó la importancia de prestarle atención a las etiquetas, ya que ahí es dónde se guarda toda la información. “Se identifica un vino orgánico por su logo de certificación en la contraetiqueta emitida por Letis o Ecocert”, explicó.
“La industria se va enfocando en lograr niveles más altos de sustentabilidad, la tecnología como herramienta va generando información para mejorar todos los procesos. Y partir de eso, se trabaja en la eficiencia hídrica, la biodiversidad, la reducción de la huella de carbono, etc”, explicó Sergio Abarca, Gerente General de Bodegas Budeguer. “Esto lo está solicitando el mundo en general y cada vez más los propios consumidores de vino. El crecimiento año a año de las hectáreas de viñedos manejadas de forma orgánica, marcan esta búsqueda”, agregó.
En lineas generales, las bodegas más grandes son las que hoy están ampliando este mercado ya que son las que tienen certificadas el viñedo, el vino y la bodega. Fuera de ellas, muchos pequeños productores trabajan con vinos de este tipo, pero sin la certificación necesaria.
Diferencia con biodinámicos: son prácticamente iguales en cuanto a su elaboración, ya que también son vinos ecológicos, sólo que en éstos se tienen en cuenta otros factores. En general, involucran un punto de vista más energético y siguen el calendario lunar y astronómico.