Según datos brindados por La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) el Pacifico central ya se encuentra en neutralidad.
Durante el primer trimestre del año, El Niño dejó fenómenos de primera magnitud asociados a lluvias torrenciales dominan a vastas regiones del país, presentándose como eventos de tiempo severo en algunos casos, sobre todo en provincias del centro-este del país, abarcando a la Mesopotamia, región núcleo, a la provincia de Buenos Aires y Córdoba, como las regiones donde mayor es el impacto.
Los recientes análisis climáticos se centran en que la temperatura registrada de la superficie de la Tierra en 2023 superó, en promedio, 1,2 grados los valores de referencia, de acuerdo con el reporte del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS), con sede en Nueva York, dependiente de la agencia espacial de Estados Unidos, NASA, lo que también venían analizando el profundo impacto del fenómeno antes de debilitarse.
Según lo recientes datos brindados por la BoM, El Niño ha llegado a su final y El Niño-Oscilación del Sur (ENOS o ENSO por sus siglas en inglés) ha vuelto a neutral. Los modelos climáticos indican que ENSO probablemente continuará siendo neutral hasta al menos julio de 2024, entrando al invierno en Argentina.
Los indicadores oceánicos y atmosféricos ahora son indicativos de ENSO neutral. Las temperaturas de la superficie del mar (SST) en el Pacífico central se han ido enfriando constantemente desde diciembre de 2023. Ha habido un enfriamiento sustancial durante la última quincena, con el índice NINO3.4 ahora dentro de los umbrales históricos para la fase neutral de ENSO.
Este enfriamiento de la superficie está respaldado por una cantidad significativa de enfriamiento por debajo del Pacífico central y oriental, que es típico al final de la fase de El Niño de ENSO. Los patrones recientes de nubes y presión en la superficie son indicativos de variabilidad climática a corto plazo, en lugar de estar influenciados por ENSO.
Los modelos climáticos internacionales sugieren que ENSO probablemente continuará siendo neutral hasta al menos julio de 2024. Si bien tres de siete modelos internacionales predicen que las TSM, Temperatura Superficial del agua del Mar, del Pacífico central alcanzarán los umbrales de La Niña en julio, las predicciones de El Niño y La Niña hechas a mediados de otoño tienden a tienen menor precisión que las predicciones realizadas en otras épocas del año. Esto significa que los pronósticos actuales del estado de ENSO más allá de julio deben usarse con precaución.
Los efectos de un «Niño intenso»
Los efectos que «el Niño» trajo consigo estarán asociados a eventos de calor y también de lluvias en abundancia para distintas regiones en el primer trimestre 2024, o sea, fenómenos de alto impacto.
Para realizar un breve recorrido en cuanto al desarrollo del fenómeno, lo cierto es que hasta el mes de octubre se desconocía de que manera impactaría en el país, pero desde noviembre los efectos se hicieron sentir.
Ya desde el mes de diciembre de 2023, el episodio climático Oscilación del Sur (ENOS) mostró un impacto mucho más significativos. Vale destacar lo sucedido después de la quincena del mes, momento en que varios eventos de tormentas severas y lluvias torrenciales durante el ultimo fin de semana del año.
En el siguiente grafico se puede apreciar el crecimiento en cuanto la intensidad de «el Niño» partiendo del mes de diciembre (2023), enero, febrero y marzo (2024), mientras que desde abril la intensidad comenzó a disminuir, con mayor notoriedad para lo que resta del otoño 2024. Por otro lado, ya hay una tendencia positiva a un posible evento «la Niña» de cara a la primavera, aunque compitiendo con la neutralidad.
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