02-10-23 |

El impacto de las olas de calor en la agricultura

La ola de calor afectó a principios del 2022, golpeo a varios cultivos, productores afirman que la verdura de hoja verde fue la más castigada. Pero también se vieron afectadas algunas frutas. La caída de la oferta, en tanto, llevó a un aumento de los precios en algunos productos.

Por la ola de calor que azotó a gran parte de Argentina en los primeros días de enero 2022, ya registra aumentos en algunos insumos que se están viendo afectados por las altas temperaturas. Entre ellos, se destacan las verduras y frutas que se producen dentro de la mismas provincias.

La falta de lluvias y la concatenación de días con temperaturas extremas hizo que varias provincias productoras comiencen a verse reflejados en los precios las pérdidas de los productores. Con más de 40° grados de máxima, las verduras verdes fueron las más afectadas ya que son las primeras en quemarse.

Ola de calor impacto en la agricultura

Se define como un evento de Ola de Calor (diurna), el período de tiempo en el cual las temperaturas máximas diarias superan un umbral diario considerado extremo, por tres días consecutivos o más.

Si bien este fenómeno ocurre durante todo el año, son de mayor interés las olas de calor que se registran durante la época de verano o temporada estival debido a su intensidad. Uno de las consecuencias más importantes de esta alza de temperaturas tiene relación con su impacto la producción de alimentos, especialmente en el ámbito agrícola.

En la siembra pequeña que todavía no se ha consolidado bien sobre el terreno se puede producir una mortalidad grande de plantas. Todavía las raíces no tienen una profundidad necesaria como para buscar agua más profunda y estas ondas de calor tienden a secar mucho la superficie del suelo, provocando entonces la mortalidad. Los agricultores que hayan sembrado muy tarde normalmente van a sufrir una merma de producción relativamente importante.

En la fruta

Uno de los principales problemas en torno a la calidad de la fruta es que “se deshidratan y al ocurrir esto se marchitan (…) Las frutas suelen ser más resistentes a la deshidratación porque algunas tienen piel, algunas tienen cera. Por ejemplo, si tú tocas una manzana verde, tiene como cera y eso la protege de la deshidratación.

Cuando hay golpes de calor, “a veces los árboles florecen antes porque los tiempos para que ocurran las distintas etapas, floración, formación del fruto, cosecha, dependen también de la temperatura”. También se producen cambios en los ciclos de producción: “Si hay más calor esos períodos de cosecha se pueden adelantar o retrasar. Esto hace que al momento de gestionar la labor de cosecha, que necesita en general mano de obra.

Cuando tenemos 30 grados y pasamos a 45 grados las frutas están mucho más estresadas porque se está calentando más, se está deshidratando más.

Las semillas también pierden capacidad de generar las hormonas que hacen que el fruto crezca posteriormente. Se producen a veces estas ondas de calor, perdida en lo cosechado y también en frutos más pequeños que pierden un valor comercial.

Informes académicos sostienen que el pequeño y mediano productor es el que se ve más perjudicado con las olas de calor y el aumento repentino de temperaturas. Esto porque tienen menores posibilidades de adaptarse porque tienen menos capital, menor formación, y menor especialización para poder hacer frente o competir con un productor que envía sus frutas u hortalizas.

Ante eventos severos se requiere, al igual que en otros países, aplicar programas que entreguen herramientas a los agricultores. “Generar sistemas de producción donde hay mezcla entre árboles y hortalizas en la parte baja, de manera que los árboles le proveen esa sombra de manera gratuita a las hortalizas.

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