Senasa recomienda a los tamberos estar alerta por los efectos del estrés calórico en las vacas lecheras

En presencia de una ola de calor en gran parte del país, que afecta al cinturón agrícola- ganadero, el organismo detalla una serie de recomendaciones para el bienestar y la sanidad de los animales de tambo.

Con un mes de septiembre que finaliza con temperaturas elevadas extremas en todo el norte del territorio, Cuyo, centro y zona núcleo, donde la temperatura superará los 37°C y 40°C en varias instancias, el SENASA recuerda un comunicado para alertar y a recomendar sobre el cuidado adecuado del ganado vacuno en tambos situados en regiones ganaderas, para evitar complicaciones en caso de que los animales experimenten el estés calórico durante la ola de calor.

El organismo resalta en su informe emitido en los últimos días que «Resulta indispensable proveer a los animales de sombra, ventilación, agua y alimento, a fin de evitar problemas sanitarios y una disminución del rendimiento productivo«.

Las temperaturas excesivamente elevadas, humedad relativa ambiente alta y radiación solar intensa. por un tiempo prolongado acrecienta el riesgo de estrés calórico en la vaca lechera, instancia delicada en la salud del animal que se produce en condiciones de calor extremo.

Ante la situación a desarrollarse en los próximos días, el Senasa acentúa en su informe que «Debe considerarse que la temperatura de bienestar para la vaca lechera -con un valor de humedad relativa ambiente del 60%- oscila de 7 a 28°C. Si los valores de temperatura y de humedad superan su límite de confort, la vaca tiene dificultad para disipar el calor corporal». Datos a tener muy en cuenta en el momento de resguardar el ganado.

El estrés calórico surge como resultado de un desequilibrio entre la producción de calor interna del animal y su capacidad para disipar ese calor al entorno. Las principales causas son:

  • Temperaturas ambientales elevadas: Las altas temperaturas, especialmente cuando se combinan con una baja humedad relativa, dificultan la evaporación del sudor y la disipación del calor corporal.
  • Humedad alta: La humedad elevada reduce la capacidad del aire para absorber el vapor de agua, lo que limita la evaporación del sudor y dificulta la pérdida de calor.
  • Radiación solar directa: La exposición prolongada a la radiación solar aumenta la carga térmica en el animal.
  • Falta de ventilación: En espacios cerrados o con poca ventilación, el aire caliente y húmedo se acumula, agravando el estrés calórico.
  • Densidad de animales: Una alta densidad de animales en un espacio reducido dificulta la disipación del calor generado por cada individuo.
  • Condición corporal: Los animales obesos o con sobrepeso tienen mayor dificultad para disipar el calor.

Las recomendaciones a seguir:

También se recomienda proveer a los animales de sombras estratégicamente ubicadas, en el corral de espera pre-ordeñe y en los comederos; ventilación adecuada en la sala de ordeñe, sea fija o móvil; agua en cantidad y calidad suficiente, contenida en bebederos con capacidad de satisfacer los requerimientos después de cada ordeñe (80 a 100 litros de agua por día en vacas de alta producción), y dietas que cubran los requerimientos nutricionales, pero que posean una baja actividad fermentativa, a fin de reducir el calor producido en la digestión.

A lo largo de la semana, la ola de calor afectará al centro del país, influyendo también a la región pampeana y el litoral, donde se van a superar registros de temperatura en superficie de 39°C y 40°C, hasta los 43°C, incluso superiores. Las provincias con riesgo de tenerlos abarca a: La Pampa, Córdoba, San Luis, Santiago del Estero, Santa Fe, Entre Ríos y áreas de Cuyo.

Con información de: https://ruralrosario.org/

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