En este histórico manzano donde descansó San Martín

Se trataba del árbol conocido como El Manzano Histórico o Manzano de San Martín. La tradición relata que el general San Martín, al regresar de su campaña libertadora, descansó bajo la sombra del árbol.

El Manzano Histórico, ubicado en el Departamento de Tunuyán, Mendoza, es una reserva natural y cultural que se distingue por su profunda conexión con la historia argentina. Situado a 1.200 metros sobre el nivel del mar, en un valle de clima árido rodeado de picos nevados y arroyos, este lugar fue testigo de un evento crucial en la vida del General José de San Martín.

La localidad se encuentra a 120 kilómetros de la ciudad de Mendoza y a 40 kilómetros de la ciudad de Tunuyán.

El Árbol y la Leyenda

El nombre de la reserva proviene de un árbol legendario conocido como el Manzano de San Martín. La tradición popular narra que el General, al regresar de su exitosa campaña libertadora por Chile y Perú en 1823, descansó bajo su sombra. El sitio se convirtió en un símbolo del regreso del héroe a su patria. En la actualidad, el manzano original ya no existe, pero en su lugar se erige un retoño que perpetúa su legado, junto a un imponente monumento en honor al Libertador.

Patrimonio Natural y Turismo

Además de su valor histórico, la reserva del Manzano Histórico es un área de gran riqueza natural:

  • Paso cordillerano: Aquí se encuentra el paso que cruzó el General San Martín en su regreso, y años después, el famoso naturalista Charles Darwin.
  • Recursos hídricos: La zona es cabecera de importantes ríos y arroyos que nacen de las masas glaciares de la cordillera.
  • Actividades recreativas: El lugar es un destino ideal para el turismo de aventura, con opciones de camping, proveedurías, restaurantes y puestos de comida regional. Los visitantes pueden disfrutar de actividades como senderismo, cabalgatas y explorar el paisaje.

Retorno a la Patria: El monumento a San Martín en el Manzano Histórico

El monumento “Retorno a la Patria”, una imponente obra del escultor argentino Luis Perlotti, fue erigido para conmemorar el centenario del natalicio del General San Martín. Esta escultura rememora el emotivo encuentro de 1823, cuando el prócer, en su camino de regreso a la patria tras su renuncia en Perú, se encontró con su amigo, el coronel Manuel Olazábal, al pie del Paso del Portillo, en lo que hoy conocemos como Manzano Histórico, Mendoza.

El monumento no solo representa este momento histórico, sino que también ofrece un rico relato visual a través de sus relieves:

  • Figuras centrales: Muestran a San Martín, montado en su mula, y a Olazábal dándole la bienvenida.
  • Relieves frontales: Representan a la comitiva que acompañaba al Libertador en su viaje.
  • Relieves laterales: Reproducen dos momentos clave de la jornada: el descanso de San Martín bajo el famoso manzano y el emotivo abrazo de despedida entre los dos amigos.

Según un testimonio de Luis Perlotti, su inspiración para esta obra provino del cuadro homónimo de Fidel Roig Mattons, titulado “Retorno a la Patria”. El historiador Alberto Piatelli destacó la escultura por su calidad y la impactante figura de San Martín, señalando que «la figura de San Martín sobre su mula es impactante, no sólo por su tamaño, sino también por la calidad del diseño».

Justo al lado, a pocos metros, del monumento, se encuentra un retoño, que sería la tercera o cuarta generación, del árbol a cuya sombra estuvo San Martín. Lo cierto es que ese Manzano histórico le da nombre a la zona y enorgullece a todos los tunuyaninos.

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