Cada año, durante la temporada de incendios que se suele extender desde el mes de julio hasta noviembre, sobre todo cuando las lluvias aún o aparecen. El riesgo de siniestros asociados al fuego es un factor que merece mucha vigilancia y una rápida intervención.
Los factores directos ambientales que intervienen son la falta de lluvia y la baja humedad, por lo que la vegetación del entorno se mantiene seca, proporcionando el combustible ideal para la propagación de focos de fuego, los que pueden convertirse en grandes extensiones de llamas, y en algunos casos, incontrolables, por efecto de los vientos.
Bajo estas condiciones, cualquier situación puede generar o iniciar un incendio, ya sean fallas eléctricas, un descuido humano, o incendios premeditados pueden salirse rápidamente de control y tornarse un serio problema para la población y para el medio ambiente.
Actualmente, en Argentina, el escenario presenta el fortalecimiento del ambiente seco en varias regiones, por lo que algunas provincias se encuentran en alerta por el alto riesgo de incendios, en este caso se pueden mencionar a las provincias de Córdoba, San Luis, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y Corrientes, como las más propensas a presentar el fenómeno, teniendo en cuenta el ambiente extremadamente seco, a lo que se le sumará el viento y las elevadas temperaturas.
Te puede interesar: Así es el mecanismo del viento para reavivar y propagar incendios
¿Qué hay que tener en cuenta?
El fuego depende de dos cosas: el tener suficiente combustible y el desecar ese combustible para que prenda fuego. De esta forma, a corto plazo, más sequías probablemente signifiquen mayores incendios a medida que la vegetación se seque, por lo que los meses de julio hasta noviembre, inclusive, suelen ser los más propensos a presentar incendios, teniendo en cuenta las condiciones ambientales, con la intervención de varios factores, como ser los vientos, la sequedad del terreno y la falta de precipitaciones.
Los vientos «del fuego»
Durante los meses más fríos y secos, el viento suele ser un factor clave, sobre todo mientras nos aproximamos a los meses más cálidos. Hay que tener en cuenta, de todos modos, si el ambiente no es tan ventoso, pero el fuego de un incendio es intenso y libera mucho calor, tiene el potencial de generar sus propios vientos, los que suelen estar acompañados por remolinos o embudos locales de fuego. Incluso si los vientos ambientales son débiles, este fuego comenzará a comportarse como si fuera realmente ventoso, emanando fuertes ráfagas calientes.
Un curiosidad: ¿Por qué se celebra el 18 de agosto Día de la Prevención de Incendios Forestales?
Tomar precauciones
- No hagas nunca fuego fuera de los lugares habilitados.
- No arrojes colillas de cigarrillos ni fósforos. Son peligrosos.
- Llevá calentador.
- Llevate tus residuos. …
- Si hay mucho viento, no enciendas fuego aunque estés en un sitio autorizado.
- Consultá el índice meteorológico de peligrosidad de incendio.
Ante la presencia de fuego, se recomienda comunicarse con los siguientes números y seguir las instrucciones.
- 0800 888 38346 (FUEGO)
- 911 Policía.
- 100 Bomberos
Leer también: ¿Cómo impacta la sequía al cinturón productivo agropecuario de Argentina?