Estrategias de nutrición para el maní en Tucumán: claves de la campaña 2024-2025

Un informe técnico del INTA y la empresa SERQUIM analizó el uso de nutrientes en diferentes estadios del cultivo de maní en el sur tucumano, donde se sembraron cerca de 3.500 hectáreas con buenas perspectivas comerciales y productivas.

El maní se consolida como un cultivo con potencial en el sur de Tucumán, principalmente con fines de rotación en caña de azúcar. Durante la campaña 2024-2025, la superficie implantada alcanzó unas 3.500 hectáreas, según datos de productores y prestadores de servicios. El trabajo fue elaborado por investigadores del Grupo Recursos Naturales de INTA Famaillá, la AER Aguilares, la DER La Cocha y la empresa SERQUIM División Agro, con foco en mejorar el manejo nutricional de este cultivo en expansión.

El informe destaca que los antecedentes de fertilización en maní son escasos, ya que tradicionalmente se aprovechaba la fertilización residual de los cultivos antecesores. Sin embargo, con la intensificación agrícola y la mayor exportación de nutrientes se abren oportunidades para respuestas positivas a distintas formulaciones minerales. Ensayos recientes demostraron mejoras con el uso de arrancadores a base de nitrógeno, fósforo, azufre y micronutrientes como zinc, boro y manganeso, e incluso se registraron aumentos de rendimiento de hasta 32,4% en cultivares de ciclo largo con la aplicación de boro.

Otro punto clave es la incorporación de micronutrientes como molibdeno y cobalto, esenciales en la fijación biológica de nitrógeno en leguminosas. El estudio también resalta la fertilización foliar como una práctica recomendada para superar limitaciones de acidez o heterogeneidad de suelos y acelerar la eficiencia metabólica en etapas críticas de definición de rendimiento. Además, la aplicación foliar de potasio en distintos momentos del ciclo mostró efectos positivos en el calibre y el rendimiento de los granos.

El ensayo se realizó en La Cañada (Departamento Graneros), en lotes de la empresa La Moymera SAS, donde se evaluaron macro parcelas con tratamientos seleccionados a partir de experiencias previas. Los especialistas concluyen que un manejo nutricional más preciso, adaptado al ciclo del maní, puede potenciar la competitividad del cultivo en Tucumán, favoreciendo tanto la rotación agrícola como la diversificación productiva regional.

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