Días atrás Senasa había ordenado la tira de 360.000 huevos a un pozo. Ahora la institución no tomo esa decisión pero autorizó el movimiento de productos con seguimiento epidemiológico.
Debido a la gripe aviar, se produjo un conflicto entre la avícola Santa Ana y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Ahora se conoció que casi sacrifican a 200 mil gallinas ponedoras. Sin embargo, el destino de las aves cambio cuando el tercer test dio negativo.
Cabe recordar que la avícola denunció errores en el procedimiento por parte del Senasa. Por medio de un comunicado, aseguró que el pasado martes 4 de abril un funcionario de Senasa se hizo presente en la empresa pero no ingresó a los galpones, ni tuvo contacto con los animales. El mismo solo habría dejado un kit para tomar muestras.
«Esta persona supuso que el examen sería llevado a cabo por la avícola, mientras que los dueños de la empresa confiaron en que lo realizaría la especialista. En este estado de confusión, las muestras no se realizaron y los kits regresaron a Senasa vacíos», comentaron desde la avícola.
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Ante esta situación, la Justicia debió intervenir y ordenó hacer un tercer test para saber finalmente si hay o no casos de influenza aviar en la empresa. Al contar con un resultado negativo, no se deberá sacrificar a las 200.000 aves.
Sin embargo, el organismo oficial estableció continuar con el seguimiento epidemiológico, cada 14 días.
Fuente: news.agrofy.com.ar