Insecticidas con jabón potásico

Uno de los remedios más efectivos para combatir las plagas de nuestro jardín o huerta es el insecticida de jabón potásico. Este insecticida ecológico es bastante barato y a diferencia de otras alternativas, este actúa mediante contacto y no por indigestión, lo que hará que no afecte a la savia de la planta.

El jabón potásico es un quitamanchas 100% natural cuya función ha sido siempre la de eliminar las manchas más difíciles sin estropear los tejidos. Además tiene otro uso muy interesante en la jardinería ya que podemos emplear el jabón potásico como insecticida y acaricida para prevenir las plagas más comunes de forma ecológica y natural.

Uso del insecticida de jabón potásico en agricultura y jardinería

El jabón potásico es un producto ideal para la agricultura ecológica pues no contiene ningún compuesto tóxico y es 100% natural. Su uso es ideal si no queremos afectar negativamente ni al medio ambiente ni a nuestro organismo, es biodegradable e inocuo para el ser humano y todos los organismos beneficiosos de nuestro jardín, nos permitirá eliminar las plagas sin causar efectos secundarios negativos y, además, es una fuente secundaria de potasio para las plantas (K).

Qué plagas elimina

Este insecticida es ideal para combatir y prevenir las plagas más frecuentes como: el pulgón, la mosca blanca, la cochinilla, la araña roja y los trips, entre otros. Además, también puede servir para combatir hongos como la negrilla ya que lava los residuos de melaza que generan los insectos en las hojas. También es muy eficaz contra a los ácaros, con lo cual es ideal para combatir plagas como la araña roja. Destacar que no es sistémico, es decir, no entra en la planta y se degrada muy rápidamente, esto hace que no sea necesario un plazo de seguridad.

Composición del jabón potásico

El jabón potásico está compuesto por tres elementos principales: agua, lípidos (aceites) e hidróxido de potasio (KOH). Cuando los lípidos entran en contacto con el hidróxido de potasio se produce una reacción química, cuyo resultado se mezcla con agua y se obtiene el jabón potásico líquido. La mezcla resultante no afecta a los tejidos vegetales y su rápida degradación hace que se acabe convirtiendo en abono para las plantas.

Modo de empleo y cuando aplicarlo

El jabón potásico actúa por contacto directo con los insectos, reblandeciendo la cutícula protectora que emplean éstos para respirar. Por consiguiente, los asfixia sin afectar a otros insectos de mayor tamaño y que son beneficiosos para nuestro jardín.

Para que el jabón potásico pueda acabar con la plaga, debemos asegurarnos de que pulverizamos bien la planta, rociándola por completo y alcanzando al mayor número de insectos posible. Estas plagas se localizan sobre todo en el envés de las hojas, así que debemos asegurarnos de aplicar bien el producto en esta zona.

Además, el jabón potásico será más efectivo si lo combinamos con cualquier otro producto fitosanitario, ya que el jabón ayuda a romper la tensión superficial de la hoja y actuará como mojante, es decir, después de utilizar el jabón potásico cualquier otro tratamiento foliar se pegará mejor a la planta y mejorará la eficiencia de esa aplicación.

Se puede aplicar en cualquier momento, aunque lo recomendable es aplicarlo al ponerse el sol y evitando los días con previsión de lluvia ya que la lluvia lavará el insecticida y no será efectivo.

Dosificación

Generalmente, el jabón potásico suele emplearse en una proporción de un 2-3 % con agua (de lluvia, ósmosis o del grifo pero reposada 24 horas), es decir 20 o 30 ml (o gramos) de jabón potásico por litro de agua. Al ser un producto natural,  ecológico e inocuo, no pasará nada si en algún momento nos excedemos con la dosis.

Periodicidad de uso (aplicaciones)

Para prevenir las plagas lo mejor es aplicar una pulverización de jabón potásico unas 3 o 4 veces, dejando  3-4 días de descanso entre tratamiento y tratamiento. Además, como el tratamiento es tan poco agresivo, no habrá problemas si en algún momento decidimos aumentar la frecuencia de los tratamientos.

Pros y contras

A favor tiene que es un insecticida natural y ecológico, lo que lo convierte en muy seguro en el uso de huerto huerto ya que no necesita plazo de seguridad y podemos comer los frutos y/o hortalizas tratadas con este producto si miedo a que nos dañe. Es una de las pocas opciones que tenemos para tratar nuestras plantas sin usar productos dañinos

En contra hay que decir que para plagas muy avanzadas es posible que este insecticida por si solo no la consiga eliminar aunque sí la reducirá, es por ello que debemos combinarla con otros insecticidas.

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