La rabia paresiante pone en alerta a los ganaderos del norte

Un caso de rabia fue detectado y confirmado por el Centro Especializado en Zoonosis del Ministerio de Salud del Chaco. Ante este diagnóstico, el Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa activó rápidamente un protocolo sanitario para controlar la enfermedad.

La rabia paresiante es una enfermedad viral, grave y zoonótica (es decir, que puede transmitirse a las personas), que representa una amenaza significativa para la producción ganadera en Argentina. A diferencia de la rabia urbana, que se transmite principalmente por perros y gatos, la rabia paresiante tiene un vector particular en el país.

En Argentina, la rabia paresiante es transmitida por el vampiro común (Desmodus rotundus), un murciélago hematófago (que se alimenta de sangre) que habita en cuevas, huecos de árboles o estructuras abandonadas. A través de su mordedura, este murciélago introduce el virus rábico en el torrente sanguíneo de sus víctimas, principalmente bovinos y equinos, aunque también puede afectar a otras especies domésticas y a humanos.

Hace unos días, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha declarado una alerta en la provincia de Formosa luego de confirmar un caso de rabia paresiante en bovinos. El diagnóstico, proveniente de un establecimiento en la localidad de Villafañe, departamento Pirané, fue confirmado por el Centro Especializado en Zoonosis del Ministerio de Salud Pública del Chaco.

Acciones obligatorias para productores de la zona

Para controlar la propagación de la enfermedad, el Senasa ha implementado las siguientes medidas sanitarias:

  • Vacunación obligatoria: Todos los animales susceptibles de rabia en el establecimiento afectado y en un radio de 10 km a su alrededor deben ser vacunados de inmediato.
  • Seguimiento y registro: Los productores deben registrar la vacunación en la oficina local del Senasa.
  • Revacunación:
    • Animales primovacunados: Deben recibir una segunda dosis entre 20 y 30 días después de la primera.
    • Animales ya vacunados: La revacunación deberá ser anual para mantener la protección.

Estas medidas son cruciales para proteger la salud del ganado y evitar la dispersión de la enfermedad en la región.

Síntomas y diagnóstico

Los animales infectados manifiestan síntomas neurológicos, entre los que se encuentran:

  • Inquietud y falta de apetito.
  • Aislamiento del rebaño.
  • Vocalizaciones inusuales.
  • Depresión y deshidratación.
  • Dificultad para caminar y mantener la postura.
  • Finalmente, el animal cae y no puede levantarse, pudiendo hacer movimientos de «pedaleo» con las patas.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza en dos etapas: primero, el veterinario sospecha de la enfermedad en el campo, y luego, el diagnóstico se confirma en un laboratorio.

CABA, Provincia Bs.As. ruta 2, Km 45 El Pato. Vacunación antiaftosa. VACUNACION, ANTIAFTOSA, GANADO, BOVINO, CAMPO.

Distribución y medidas de control

La rabia paresiante es una enfermedad endémica en varias regiones de Argentina, con focos recurrentes en provincias como Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes, Tucumán y Santiago del Estero, así como en el norte de Santa Fe.

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