Las inclemencias climáticas empujan a SENASA implementan medidas excepcionales

Se están aplicando medidas extraordinarias debido a los efectos de las inclemencias del tiempo. El SENASA asegurará que los planes sanitarios continúen, sin descuidar el bienestar de los animales ni la operatividad de la producción.

En respuesta a los eventos climáticos extremos que impactan diversas regiones argentinas, el Senasa activó un plan de contingencia para respaldar a los ganaderos y asegurar la operatividad del sistema sanitario nacional.

Dada la interrupción de la campaña de vacunación antiaftosa por las intensas precipitaciones e inundaciones, se ha flexibilizado el traslado de bovinos. Aquellos provenientes de los partidos o departamentos damnificados podrán movilizarse sin la vacunación obligatoria inicial, con el compromiso de aplicarla inmediatamente al arribar al establecimiento de destino. Esta acción busca proteger a los animales, optimizar la logística y garantizar la eventual inmunización.

Senasa también informa que sus oficinas brindarán asesoramiento para gestionar situaciones particulares en el traslado de otras especies, considerando el contexto climático actual.

Estas medidas extraordinarias regirán mientras persistan las condiciones climáticas adversas en el territorio argentino, siempre bajo el estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios nacionales.

¿Cuál es el impacto del clima en la ganadería?

El clima tiene un impacto significativo y multifacético en la ganadería de Argentina, afectando la producción, la salud animal y la gestión de los sistemas ganaderos. A continuación, se detallan los principales impactos:

Impactos Directos:

  • Disponibilidad y calidad de pasturas: Las precipitaciones y las temperaturas influyen directamente en el crecimiento y la calidad de las pasturas, que son la principal fuente de alimento para el ganado en sistemas extensivos (predominantes en Argentina).
    • Sequías: Reducen la disponibilidad de pasto, limitando la capacidad de carga animal por hectárea y afectando la productividad. Pueden generar escasez de agua para bebida.
    • Inundaciones y excesos de lluvia: Pueden dañar pasturas, dificultar el acceso del ganado a los campos y favorecer la aparición de enfermedades podales.
    • Heladas: Pueden dañar pasturas tiernas y reducir su valor nutritivo.
  • Estrés térmico: Las altas temperaturas, especialmente combinadas con alta humedad, pueden causar estrés térmico en el ganado, lo que reduce el consumo de alimento, la ganancia de peso, la producción de leche y la fertilidad.
  • Disponibilidad de agua: El ganado necesita acceso constante a agua de buena calidad. Las sequías pueden agotar las fuentes de agua, mientras que las inundaciones pueden contaminarlas.
  • Salud animal: Las condiciones climáticas influyen en la incidencia y distribución de enfermedades y parásitos.
    • Mayor humedad y temperaturas cálidas: Favorecen la proliferación de ectoparásitos (garrapatas, moscas) y endoparásitos.
    • Eventos climáticos extremos (inundaciones, sequías): Pueden debilitar a los animales y hacerlos más susceptibles a enfermedades.
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