Las condiciones climáticas favorables, especialmente las lluvias regulares y la calidad de los suelos, actúan como un motor significativo para la actividad del mercado de campos.
La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) comunicó que la actividad en el mercado inmobiliario rural se mantuvo en un nivel significativo, similar al observado en el primer mes del año. La mejora en las condiciones hídricas fue un aspecto favorable. El indicador publicado por la cámara se ubicó en 41,62 puntos.
El índice, que mide consultas, ofertas y operaciones del mercado, tuvo su punto más alto en 2011, llegando a 97,5 puntos. Si bien no se ha vuelto a alcanzar esa cifra, la actividad actual del mercado es favorable.
A pesar de un cierre similar a enero, febrero registró una actividad notablemente mayor en comparación con años anteriores. Este incremento se atribuye en gran medida a las precipitaciones, que generaron un ambiente más favorable para inversores y vendedores.

La persistencia de la sequía en algunas regiones continúa impactando negativamente en la actividad económica, con una notable disminución en las consultas.
Esta caída es un reflejo de la encuesta mensual de actividad que se realiza entre los socios de todo el país. Adicionalmente, el aumento en la oferta de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler durante febrero y enero también indica esta situación.
Ampliación sobre los aspectos positivos del clima:
La afirmación inicial es un reflejo directo de la realidad en el mercado de bienes raíces rurales. La compra y venta de campos (o fincas, estancias, propiedades rurales) se ve fuertemente influenciada por una serie de factores, y las condiciones ambientales y agronómicas son dos de los más cruciales.
Lluvias Regulares y Abundantes:
- Impacto Positivo: Las precipitaciones adecuadas y distribuidas a lo largo del año son esenciales para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, las actividades económicas primarias que sustentan el valor de la mayoría de los campos. Un régimen de lluvias favorable asegura:
- Mayor productividad: Cultivos más saludables y cosechas más abundantes, así como pasturas más vigorosas para el ganado.
- Menor riesgo: Disminuye la incertidumbre asociada a la sequía y las pérdidas de producción, lo que hace que la inversión en campos sea más atractiva.
- Valorización de la tierra: Campos ubicados en zonas con buen régimen de lluvias tienden a tener un valor de mercado más alto.
- Mayor interés de inversores: Tanto agricultores y ganaderos que buscan expandir sus operaciones, como inversores que buscan rentabilidad en el sector agropecuario, se sienten más atraídos por zonas con buen potencial hídrico.

Suelos Óptimos y Fértiles:
- Impacto Positivo: La calidad del suelo es otro factor determinante para la productividad agrícola y ganadera. Suelos fértiles y bien estructurados ofrecen:
- Mayor capacidad productiva: Permiten el cultivo de una mayor variedad de productos y con mayores rendimientos.
- Menor necesidad de insumos: Suelos naturalmente ricos requieren menos fertilizantes y otros insumos para mantener la productividad.
- Sostenibilidad a largo plazo: Suelos saludables son más resilientes a las plagas, enfermedades y el cambio climático.
- Valor agregado: Campos con suelos de alta calidad son más valiosos y atractivos para la compra.