Las olas de calor pueden reducir hasta 38 % de rendimiento de la soja

Especialistas del INTA han alertado sobre cómo los golpes de calor y el déficit hídrico están comprometiendo la productividad agrícola. En respuesta, sugieren la implementación de estrategias innovadoras que incluyen el ajuste de fechas de siembra, la modificación de densidades y la selección de variedades mejor adaptadas para la reducción de riesgos.

Los días 25 y 26 de septiembre de 2025, la Casa de las Culturas de Las Breñas, Chaco, será la sede del 1° Congreso de Cereales y Oleaginosas del Gran Chaco Argentino. Este evento inédito busca articular ciencia, producción y territorio en una de las regiones agropecuarias más dinámicas del país.

El Gran Chaco es vital para la producción nacional, aportando cerca de un quinto de la superficie de soja y maíz, además de ser clave en sorgo y girasol. Según Carlos Simón, investigador del INTA Las Breñas, el congreso surge para «poner en valor el conocimiento generado en los últimos 15 años y acercarlo directamente a los productores».

Impacto Climático: El desafío central

Uno de los ejes principales será el impacto del clima extremo en los cultivos. La región enfrenta condiciones severas: la campaña 2024/25 registró el febrero más cálido en 87 años y un verano con mínimos históricos de lluvia (según datos de la Estación Meteorológica de Las Breñas desde 1938).

El golpe de calor tiene un costo directo. Estudios de la Red de Soja NEA estiman que en soja se pierden 24 kilos de rendimiento potencial por hectárea por cada «golpe de calor» (dos días seguidos con más de 35∘C).

Estrategias de manejo para la productividad

Para mitigar estos riesgos, la ciencia ofrece soluciones. Los ensayos de la Red de Soja NEA han identificado la fecha de siembra como el factor de mayor impacto. El máximo potencial de rendimiento se logra entre el 10 y el 15 de diciembre, mientras que sembrar en febrero puede significar una reducción de hasta el 38 %.

Gerardo Quintana, especialista del INTA Las Breñas, enfatizó que la innovación ante estas condiciones extremas pasa por «diversificar fechas de siembra y combinar prácticas», como:

  • Reducir la distancia entre surcos.
  • Aumentar la densidad de siembra.
  • Elegir variedades adaptadas.

Se trata de «manejar la incertidumbre con estrategias inteligentes».

Ejes del encuentro y cierre de lujo

El congreso reunirá a investigadores, productores y empresas para debatir sobre productividad, protección vegetal y manejo de cultivos como maíz, soja, girasol y sorgo. Se abordarán temas cruciales como la sostenibilidad de los sistemas (salud de suelo, fertilidad, rotaciones) y el manejo de malezas y plagas emergentes.

El evento contará con paneles de productores, expertos en suelos y fertilización, y cerrará con una conferencia magistral a cargo de Fernando Salvagiotti sobre el futuro de la agricultura en el Gran Chaco.

Con el respaldo del INTA, gobiernos y empresas, este congreso se establece como un hito para la región, convirtiendo la investigación científica en una herramienta concreta para enfrentar los desafíos climáticos y fortalecer la competitividad del agro chaqueño.

Todos los datos inéditos de la campaña 2024/25 serán el eje central del primer Congreso de Cereales y Oleaginosas, a realizarse el 25 y 26 de septiembre en la sede del INTA Las Breñas.

Con información de: https://www.argentina.gob.ar/

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