El vino blanco bien frío, el maridaje perfecto para las tardes de verano.
Las tardes de verano invitan a disfrutar de opciones refrescantes para acompañar las tortas que forman parte de las meriendas. Y si bien el vino blanco se asocia principalmente con platos salados, también es una excelente opción para postres, equilibrando el dulzor y aportando frescura.
Un Chardonnay joven bien frío es ideal para acompañar un Lemon Pie. Esta variedad de vino, conocida por su acidez y frescura, armoniza perfectamente con la ligereza y el toque cítrico del postre, creando una combinación sofisticada y refrescante. Además, el Chardonnay es adecuado no solo para carnes magras como el pescado y los frutos de mar, sino también para postres frutales como ensaladas de frutas, crumble de manzana y cheesecake.
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Si bien el Chardonnay joven es una excelente opción, también existen otras recomendaciones de maridaje para acompañar diferentes tipos de tortas. Por ejemplo, una torta de frutas como el lemon pie o un cheesecake de maracuyá combina muy bien con un Sauvignon Blanc o un espumante. Para una torta de chocolate, un Chardonnay con paso por barrica aportará notas cremosas que armonizan con el cacao. Y si preferís un toque más clásico, un vino blanco con soda o en formato spritz es una opción equilibrada y refrescante.
En resumen, el vino blanco bien frío no solo es el acompañante perfecto para carnes, sino que también se convierte en una excelente elección para disfrutar con postres en los días calurosos de verano.