En los cuatro primeros meses del año se deforestaron 1.954 km2 en la selva amazónica brasileña, casi el doble respecto al mismo período de 2021.
La deforestación en la selva amazónica de Brasil aumentó bruscamente en abril, según mostraron datos del gobierno publicados el viernes, mientras el país prepara un despliegue militar para combatir el aumento de la tala ilegal.
La destrucción en el área brasileña del Amazonas aumentó un 64% en abril en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos preliminares del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil.
En los primeros cuatro meses del año, la deforestación del Amazonas creció un 55% respecto al mismo período de 2019 a 1.202 kilómetros cuadrados, según informó el INPE.
El Amazonas es la selva tropical más grande del mundo. Científicos dicen que su conservación es vital para frenar el calentamiento global por la gran cantidad de gases de efecto invernadero que absorbe.
Las organizaciones ambientalistas han expresado su preocupación ante la alarmante alza en abril, considerado el último mes del invierno amazónico, una época más lluviosa y que suele registrar niveles más bajos de destrucción en la región.
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Un récord de tala en abril 2022
La deforestación en la Amazonia brasileña alcanzó un nuevo récord para el pasado mes de abril, con más de 1.000 km2 talados, equivalente a casi 140.000 canchas de fútbol, según datos satelitales divulgados este viernes.»Esta cifra es extremadamente alta para este período, muestra cómo la selva está bajo una inmensa presión este año», dijo María Napolitano, responsable científica de la ONG WWF Brasil.
Del primero al 29 de abril se deforestaron 1.012 km2, casi el doble de la superficie arrasada en abril de 2021, cuando se registró el récord de 580 km2 deforestados, según datos oficiales del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que computa alertas diarias de deforestación.
Las cifras son especialmente preocupantes porque el mes de abril es el último de la temporada lluviosa en la Amazonia, típicamente un período de baja deforestación.
En los cuatro primeros meses del año se deforestaron 1.954 km2 en la selva amazónica brasileña, casi el doble respecto al mismo período de 2021.
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Bajo el mandato del presidente Jair Bolsonaro, que presionó para abrir las tierras protegidas a la agroindustria y la minería, la deforestación anual promedio en la Amazonia brasileña aumentó en más del 75% con respecto a la década anterior, según cifras oficiales.
Un estudio publicado por un grupo de universidades y la ONG Mapbiomas reveló que desde que Bolsonaro asumió el poder, en 2019, los órganos ambientalistas respondieron a solamente el 2,17% de las alertas de deforestación emitidas por el INPE, referenció la agencia AFP.
«Los criminales que practican la deforestación tienen un aliado que nunca antes tuvieron: el gobierno de Bolsonaro, que está al servicio de la delincuencia, de la deforestación», dijo a la AFP Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima.
La semana pasada, el actor estadounidense Leonardo DiCaprio convocó a los jóvenes brasileños a inscribirse para votar en las elecciones de octubre, en las que Bolsonaro buscará un segundo mandato.
«Brasil es el hogar de la Amazonía y de otros ecosistemas críticos frente al cambio climático. Lo que sucede allí nos concierne a todos y los votantes jóvenes son clave para impulsar un cambio hacia un planeta saludable», escribió DiCaprio.
El mandatario le «agradeció» con ironía, afirmando que cabe al pueblo brasileño decidir «si quiere mantener la soberanía sobre la Amazonía o quiere ser gobernada por ladrones que sirven a intereses extranjeros».