¿Por qué hay pocas lluvias en invierno? ¿qué factores influyen en la escasez de precipitaciones?

Durante la temporada fría y seca, varios factores se conjugan para dejar las lluvias al margen. El clima frío-seco y la ausencia de humedad ambiente son dos fundamentales. Vamos a enumerar algunos más:

Durante los meses más fríos en Argentina, las lluvias tienden a ausentarse sobre vastas regiones y durante periodos de tiempo prolongados, lo que hace declinar las reservas de agua en suelos y la sequía se manifiesta.

Los eventos de sequía a causa del clima seco suele extenderse sobre algunas regiones del territorio, poniendo de cabeza a las principales áreas agrícolas, como ser la zona núcleo, el área pampeana y zona central, complicando la planificación de siembra y cosecha de varios cultivos de la temporada. Pero, cuando hablamos de poca frecuencia de lluvias, hay varias razones por las son escasas o nulas en invierno en algunas regiones:

Factores que intervienen en la escasez de lluvias

  1. Altas presiones: Durante el invierno, las altas presiones dominan en muchas áreas, lo que lleva a un clima estable y seco.
  2. Frente de aire frío polar: El frente polar se desplaza hacia el sur durante el invierno, lo que puede bloquear la llegada de sistemas frontales húmedos.
  3. Temperaturas frías: El aire frío tiene menor capacidad para contener humedad, lo que reduce la probabilidad de precipitaciones.
  4. Vientos dominantes: Los vientos del oeste o del norte pueden ser dominantes en invierno, trayendo aire seco y frío.
  5. Topografía: La orografía de una región puede influir en la dirección de los vientos y la formación de precipitaciones.
  6. Cambios en la trayectoria de los sistemas frontales: Los sistemas frontales pueden desviarse o debilitarse en invierno, reduciendo la probabilidad de precipitaciones.
  7. Fenómenos climáticos: Fenómenos como El Niño o La Niña pueden influir en los patrones de precipitación en algunas regiones.
  8. Latitud: En regiones de alta latitud, el sol está más bajo en el horizonte durante el invierno, lo que reduce la evaporación y la formación de nubes.

Recuerda que estos factores pueden variar según la región y el año específico.

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