¿Por qué los girasoles no siempre miran al sol?

¿Qué pasa cuando el girasol da la espalda al sol? El movimiento de los girasoles siguiendo al sol es vital para estas flores, pero no siempre lo hacen, te explicamos cómo y por qué. 

Contrario a la creencia popular, los girasoles no siempre miran al sol. Este comportamiento, conocido como heliotropismo, ocurre solo durante una etapa específica de su vida. Aunque el nombre sugiere que siguen al sol a lo largo de todo su ciclo vital, la realidad es más compleja y fascinante.

El movimiento de los girasoles hacia el sol, conocido como heliotropismo, es un fenómeno biológico que ha intrigado a la ciencia por mucho tiempo. La investigación ha demostrado que este comportamiento no es un simple capricho, sino una estrategia de supervivencia y reproducción que la planta utiliza durante su crecimiento.

El Mecanismo detrás del movimiento

El heliotropismo está regulado por un reloj circadiano interno y la hormona del crecimiento llamada auxina. Durante el día, el lado del tallo del girasol que no recibe luz solar crece más rápido, lo que causa que la flor se incline y siga el movimiento del sol de este a oeste. Por la noche, el proceso se invierte, y el tallo crece del lado opuesto, preparando la flor para recibir la luz del sol al amanecer. Este movimiento permite que la planta optimice su exposición a la luz solar para la fotosíntesis, lo que se traduce en un crecimiento más rápido y robusto.

¿Cómo giran los girasoles

El movimiento de los girasoles no se debe a músculos, sino a un crecimiento desigual de su tallo. Este proceso está controlado por sus genes de crecimiento y hormonas:

  • Durante el día: La parte del tallo orientada hacia el este crece más rápidamente que la del oeste, haciendo que la flor se incline y siga el recorrido del sol de este a oeste.
  • Durante la noche: El proceso se invierte. El lado oeste del tallo crece con más fuerza, reposicionando la flor para que, al amanecer, esté lista para recibir los primeros rayos de sol.

La orientación de un girasol maduro

Cuando un girasol alcanza la madurez, su movimiento se detiene. A diferencia de las plantas jóvenes, que siguen al sol, los girasoles completamente desarrollados permanecen fijos y orientados hacia el este.

Un estudio de la Universidad de California demostró que este comportamiento tiene beneficios cruciales para la planta:

  • Atracción de polinizadores: Las flores que miran al este se calientan más rápido por la mañana, lo que atrae a una mayor cantidad de abejas polinizadoras que buscan calor.
  • Mejor polinización: El calor matutino provoca que los estambres de la flor liberen polen en el momento óptimo, coincidiendo con la actividad de los insectos polinizadores.
  • Semillas de mayor calidad: La orientación al este favorece la producción de semillas más grandes y pesadas.

En resumen, el movimiento de los girasoles es una estrategia de supervivencia y reproducción que cambia con su ciclo de vida, demostrando una notable adaptación al entorno.

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