Presión devaluatoria y suba de precios: por qué el desplome de las bolsas afecta a la economía de los hogares

La caída de los precios internacionales de commodities como la soja y el petróleo reduce las exportaciones, impactando directamente en la economía argentina.

Las caídas generalizadas de las bolsas globales generan un efecto dominó que afecta directamente a la economía argentina, especialmente en lo que respecta a la presión devaluatoria y la subida de precios. Según la periodista especializada en economía Rosalía Costantino, el desplome de los precios de los commodities como la soja y el petróleo golpea la recaudación en dólares del país, lo que a su vez intensifica la presión sobre el dólar y provoca un aumento de los precios en la economía interna.

Costantino explicó que este fenómeno es provocado por el pánico y la tensión global, lo que afecta a los activos argentinos, tanto los que cotizan en Nueva York como en el mercado local. “Esto genera más presión sobre el dólar, más necesidad de desprenderse de pesos para pasarse a dólares, lo que hace subir todos los dólares financieros, incluyendo el dólar blue. Esto impacta automáticamente en los precios de los productos”, explicó la economista.

El impacto se profundiza aún más por la baja de los precios internacionales de la soja y el petróleo, dos pilares fundamentales del comercio exterior argentino. La caída de estos precios reduce la cantidad de dólares ingresados por exportaciones, en un año crítico para la economía argentina, que necesita divisas para afrontar su déficit. El precio de la soja y del crudo está por debajo de las expectativas de exportación, lo que afecta gravemente a la recaudación.

En cuanto al sector energético, Costantino destacó que este año se proyectaba un superávit energético de 7.500 millones de dólares gracias al gasoducto Néstor Kirchner y a la exportación de crudo. Sin embargo, la caída del precio del petróleo (de 70 a 63 dólares por barril) reduce la recaudación en dólares por exportaciones de petróleo, lo que agrava aún más la situación. Con precios más bajos de la soja y el crudo, la presión devaluatoria sigue siendo un desafío importante para el país.

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