El cultivo de melón es de tipo anual, estival y muy sensible a las heladas, debido a que se originó en zonas cálidas con poca humedad como en África tropical y subtropical.
Es un cultivo que posee gran contenido de agua y gracias a su aporte de fibra y potasio el melón es un laxante natural por lo que ayuda a eliminar los desechos del organismo.
En cuanto a la maduración de la fruta, los de verano maduran en la planta y muchos se desprenden solos cuando están a punto y generalmente los melones de invierno siguen madurando después de la cosecha y ganan sabor. En un lugar fresco, duran de 2 a 8 meses.
Sobre la conservación puede durar de 10 a 15 días en el cajón de frutas y verduras de la heladera. También puede cubetearse, colocarlo en un recipiente de plástico de cierre hermético y dura aproximadamente tres días; y uno de los datos más importantes es que se puede freezar, pelado y cortado en cubos, también en un envase conservador, extendiendo su vida útil tranquilamente de tres a seis meses.
Propiedades (cada 100 gramos)
Agua: 90 gramos
Energia: 31 calorias
Proteinas: 0,8 gramos
Grasas: 0,2 gramos
Glucidos: 6,5 gramos
Fibra: 1 gramo
Fosforo: 16 mg
Calcio: 14 mg
Potasio: 260 mg
Vitamina C: 10 mg
El melón es una de las frutas más saludables y bajas en calorias, por ello resulta sumamente apropiado para menus de dietas de adelgazamiento. Su contenido en azúcar es muy bajo y además de ser un buen remedio para combatir la sed, dada su riqueza en agua, supone una buena fuente de potasio y de vitaminas, aporta además fósforo, magnesio y calcio.