Con la llegada de la primavera, es ideal adaptar nuestra alimentación a los productos frescos y de temporada. Esta estación nos invita a aligerar las comidas, incorporar más frutas y verduras, y buscar preparaciones más sencillas y saludables.
La primavera es la temporada del renacimiento, y en la gastronomía, esto se traduce en una explosión de colores, sabores frescos y texturas ligeras. Los alimentos de temporada de esta época son perfectos para platos más livianos y nutritivos, que contrastan con las comidas más pesadas del invierno.
Alimentos típicos de la primavera
Frutas:
- Frutillas y las moras: Son las reinas de la primavera, dulces, jugosas y perfectas para postres, ensaladas o simplemente solas.
- Cerezas: Su llegada marca el inicio del verano, pero se disfrutan plenamente en la última fase de la primavera. Son ricas en antioxidantes y tienen un sabor inconfundible.
- Nísperos: Con un sabor agridulce, son una fruta delicada que se consume fresca.
- Damasco, durazno y las ciruelas: Las primeras frutas de hueso del año, llenas de dulzura y con un alto contenido de agua.
- Otras frutas: También se encuentran en su mejor momento el limón, la naranja, la piña, el pomelo y la pera.
Verduras y hortalizas:
- Espárragos trigueros: Son un clásico de la temporada, ideales para revueltos, a la parrilla o en cremas.
- Alcachofas: Una de las verduras más versátiles, que se pueden preparar fritas, cocidas, a la plancha o en guisos.
- Guisantes y habas: Se consumen frescos y tienen un sabor dulce que enriquece cualquier plato, desde revueltos hasta ensaladas.
- Hojas verdes: Lechuga, espinacas y acelgas están en su punto óptimo, perfectas para ensaladas frescas y nutritivas.
- Otras verduras: Acelgas, judías verdes, zanahorias, puerros, rábanos y calabacines también son abundantes en primavera.

Comidas y recetas típicas
Las comidas de primavera suelen ser frescas, coloridas y con preparaciones sencillas para realzar el sabor de los ingredientes. Algunas ideas son:
- Ensaladas frescas: Con una base de hojas verdes, a las que se les puede añadir fresas, queso de cabra, nueces y un aderezo ligero.
- Revueltos y tortillas: El clásico revuelto de espárragos trigueros con jamón o la tortilla de alcachofas son platos deliciosos y fáciles de preparar.
- Cremas y sopas frías: Cremas de espárragos o guisantes, y sopas frías como el gazpacho de cerezas, son ideales para los días más templados.
- Arroces y risottos: El risotto de espárragos, guisantes y queso es una comida reconfortante que aprovecha al máximo los sabores de la estación.
- Platos con carnes y pescados ligeros: Pescados a la plancha como el salmón o la merluza, acompañados de una guarnición de espárragos o judías verdes, son una opción saludable y deliciosa.
- Postres sencillos: Fresas con nata o con crema de yogur, macedonia de frutas frescas con cerezas, nísperos y albaricoques, o tartas y mousses de fresa.
Aquí te damos algunas recomendaciones para aprovechar al máximo los beneficios de esta temporada:
1. Prioriza las frutas y verduras de temporada
La naturaleza es sabia y nos ofrece los nutrientes que necesitamos en cada época del año. En primavera, la abundancia de frutas como frutillas, moras, cerezas y nísperos, y verduras como espárragos, alubias o porotos, habas y alcachofas, te permite llenar tu plato de vitaminas, minerales y antioxidantes.
- ¿Por qué es importante? Estos alimentos están en su mejor momento de sabor y valor nutricional. Consumirlos frescos y locales te asegura la máxima calidad.
2. Opta por preparaciones más ligeras
Deja atrás los guisos y potajes del invierno. La primavera es el momento perfecto para incorporar métodos de cocción más saludables.
- Cocina al vapor, a la plancha, al horno o en papillote. Estas técnicas preservan los nutrientes de los alimentos y reducen la necesidad de usar aceites y grasas en exceso.
- Prepara ensaladas, cremas frías y revueltos con las verduras de temporada. Son opciones rápidas, deliciosas y refrescantes.
3. Hidrátate de forma adecuada
Con el aumento de las temperaturas, es fundamental mantener una buena hidratación.
- Además de beber agua, puedes incluir infusiones de hierbas frescas (como menta o manzanilla) o aguas saborizadas con frutas como limón, fresas o pepino.
- Las frutas y verduras de temporada, como la sandía, el melón o el pepino, tienen un alto contenido de agua, lo que también contribuye a tu hidratación.
4. Introduce alimentos desintoxicantes
Después del invierno, la primavera es el momento ideal para ayudar a tu cuerpo a «limpiarse».
- Alimentos como los espárragos, las alcachofas y los rábanos son conocidos por sus propiedades diuréticas y depurativas, que ayudan a eliminar toxinas.
- Incluye limón y hojas verdes en tus comidas. El limón es un excelente depurativo hepático y las hojas verdes son ricas en clorofila, que favorece la desintoxicación.

5. No te olvides de los cereales integrales y las legumbres
Aunque la carne y el pescado sigan siendo importantes, puedes variar tus fuentes de proteína.
- Incorpora cereales integrales como el arroz integral, la quinoa o la avena, que te aportan fibra y energía sostenida.
- Las legumbres, como las lentejas o los garbanzos, pueden ser protagonistas de ensaladas o salteados más ligeros, en lugar de los guisos más pesados.