El uso de minerales como los fosfatos, la potasa, la caliza y los silicatos está revolucionando la agricultura de San Juan, mejorando la calidad del suelo y optimizando los rendimientos de los cultivos.
En la provincia de San Juan, la agricultura no solo se caracteriza por su diversidad y calidad, sino también por la incorporación de prácticas innovadoras que buscan mejorar tanto la productividad como la sostenibilidad de los cultivos. Una de las principales innovaciones en la región es el uso de agrominerales, como los fosfatos, la potasa, la caliza y los silicatos, que son esenciales para enriquecer el suelo agrícola y promover cosechas más saludables y abundantes.
Los agrominerales proporcionan nutrientes fundamentales para el crecimiento de las plantas. El fósforo es crucial para el desarrollo de las raíces, mientras que el potasio mejora la resistencia de las plantas y la calidad de los frutos. Además, la caliza, utilizada para neutralizar suelos ácidos, mejora la capacidad del suelo para retener nutrientes, lo que resulta en plantas más fuertes y productivas. Por su parte, los silicatos refuerzan las paredes celulares de las plantas, haciéndolas más resistentes a plagas y enfermedades.
Nota que te puede interesar: ¿Cómo puede Argentina convertirse en un líder mundial en agroindustria?
El impacto positivo de los agrominerales no solo se refleja en la productividad agrícola, sino también en la sostenibilidad del sector. Al mejorar la estructura del suelo y reducir la dependencia de fertilizantes químicos, estos minerales ayudan a minimizar el impacto ambiental de las prácticas agrícolas, promoviendo un enfoque más respetuoso con el entorno y asegurando la salud del suelo para las futuras generaciones.
Los cultivos más beneficiados por el uso de estos minerales en San Juan incluyen la vid, el olivo y los frutales, que son fundamentales en la agroindustria local. Gracias a la aplicación adecuada de agrominerales, estos cultivos han visto mejoras significativas tanto en rendimiento como en calidad, posicionando a San Juan como un modelo de agricultura eficiente y sostenible.
