A 40 kilómetros del glaciar, una iniciativa público-privada logró producir trigo, cebada y avena en secano en Santa Cruz. El objetivo es abastecer una nueva planta estatal de alimentos balanceados y sentar las bases de una nueva matriz productiva regional.
El proyecto se desarrolla en 360 hectáreas de la Estancia Alice, en las cercanías de El Calafate, y marca un hito al tratarse de los cultivos de trigo más australes del mundo. La producción está destinada en su mayoría a una flamante planta de alimentos balanceados que se construye en Río Gallegos, clave para agregar valor local y reducir costos logísticos en la provincia.
La iniciativa combina inversión estatal y aporte privado, a través de Santa Cruz Puede SAU, empresa creada por el gobierno provincial, que aporta maquinaria, equipamiento y costos operativos, mientras que el productor Alejandro Bárcena cede las tierras. La asistencia técnica está a cargo de AgroCalafate, una empresa joven integrada por profesionales formados en agronomía y ciencias agrarias.
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Según las estimaciones, la planta estatal podrá producir unas 1200 toneladas de alimento balanceado por temporada, de las cuales el 70% del insumo provendrá del trigo y la avena producidos en el campo cercano a El Calafate. En total, se prevé procesar unas 800 toneladas de granos, consolidando una cadena productiva inédita para la Patagonia Sur.
El proyecto surgió a partir de ensayos iniciados en 2021, que demostraron que las condiciones agroclimáticas permiten el desarrollo de cultivos anuales en secano. La experiencia abre la puerta a diversificar la producción santacruceña, fortalecer el arraigo local y avanzar hacia un modelo de desarrollo con mayor valor agregado y menor dependencia externa.




