El país podría perder entre 700.000 y un millón de cabezas de ganado este año. Altos costos, factores climáticos y falta de financiamiento presionan sobre la producción.
La ganadería argentina atraviesa un momento de precios firmes pero con señales de alerta: el país podría cerrar 2025 con una nueva baja del stock bovino, lo que marcaría el tercer año consecutivo de caída. De acuerdo con estimaciones privadas y datos oficiales, el rodeo nacional podría terminar con entre 700.000 y un millón de cabezas menos, afectado por la combinación de alta faena, falta de pastos, excesos hídricos y ausencia de crédito para retener vientres.
Según un informe de la Secretaría de Agricultura, los márgenes de rentabilidad se redujeron y el costo financiero aumentó, en un contexto donde amplias zonas ganaderas enfrentaron inundaciones y dificultades productivas. Además, los feedlots comenzaron a vaciarse antes de lo previsto por la pérdida de rentabilidad, mientras que los campos arrendados muestran resultados negativos ante la caída de la relación compra-venta.
Para el consultor ganadero Víctor Tonelli, el fin de año encontrará al país “con menos stock, cerca de un millón de cabezas menos”, debido a la falta de condiciones para un ciclo de retención. En la misma línea, el productor Néstor Roulet estimó una baja de más de 700.000 vientres y advirtió que la alta faena sin recomposición mantiene a la actividad en un escenario de rentabilidad ajustada.
Pese al panorama adverso, el informe oficial destaca que los márgenes brutos del engorde a corral siguen positivos y que algunas categorías de hacienda muestran precios firmes. Si se estabiliza la economía y mejora el acceso al financiamiento, podría iniciarse en 2026 un nuevo ciclo de retención que marque el inicio de una recuperación gradual del rodeo nacional.
Fuente: La Nación




