Cómo suele ocurrir tradicionalmente o por casualidad (no tanto), se prevé una semana con temperaturas cálidas antes de la llegada de la tradicional tormenta. El análisis
La idea de un periodo cálido justo antes de la «Tormenta de Santa Rosa» es una creencia popular que tiene una base científica, y que normalmente ocurre unos días previos a la llegada de la tormenta.
En este caso, después del cambio en la masa de aire del fin de semana, la semana que viene abrirá con el aumento de las marcas térmicas, situación que se mantendrá hasta el viernes, con temperaturas que van a superar los 20 y 25 grados en el área central, mientras que para el norte las marcas máximas se aproximarían a los 30 grados hacia mediados de la semana y el jueves 28 de agosto.
El viento norte que dominará a lo largo de la semana próxima impulsará a las temperaturas a un aumento sostenido, dentro de un periodo cálido por varias jornadas con tintes «primaverales». El cambio de tiempo llegaría prácticamente sobre la fecha del 30 de agosto, con el viento sur y algunas lluvias para el último fin de semana del mes.
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¿Por qué sucede?
La Tormenta de Santa Rosa, que se asocia con el 30 de agosto, marca la transición del invierno a la primavera en el hemisferio sur. Durante esta época, el aire frío del invierno comienza a retirarse, permitiendo que las masas de aire cálido y húmedo procedentes del norte (especialmente de regiones tropicales y subtropicales) avancen hacia el centro y noreste de Argentina.
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La explicación científica es la siguiente:
- Choque de masas de aire: Cuando una masa de aire cálido y húmedo se encuentra con una masa de aire frío, el aire cálido, al ser menos denso, se ve forzado a ascender rápidamente.
- Formación de tormentas: Al ascender, el aire cálido se enfría, el vapor de agua se condensa y se forman nubes de gran desarrollo vertical, las cuales son propicias para generar fuertes tormentas con actividad eléctrica, vientos intensos y, en ocasiones, granizo.
Por lo tanto, el «calor» que se siente en los días previos a la tormenta es en realidad el avance de ese aire cálido y húmedo que se está acumulando en la atmósfera. Este fenómeno es el que crea las condiciones ideales para el desarrollo de la tormentas y vientos, haciendo que el mito popular tenga una explicación meteorológica sólida.