Los frascos de vidrio son los envases más utilizados por el comercio de alimentos para conservas, pero también le puedes dar muchas utilidades en el hogar. Te contamos las cosas que puedes hacer con ellos.
Encontramos todo tipo de productos, desde encurtidos hasta mermeladas que son distribuidas mediante frascos de vidrio, de distintos tamaños y con las formas más variadas.
Los frascos para conservar son quizás de los que más beneficios traen consigo porque se pueden encontrar en versiones muy distintas, variando incluso en la forma y el material con que están hechas las tapas (corcho, latón, plástico, etc…) y eso da mayor versatilidad, en función a lo que necesita un alimento y lo que la marca quiera transmitir con sus envases.
Los frascos de vidrio no sólo nos permiten dar una apariencia y un estilo especial a los rincones del hogar, sino que además se trata de elementos muy económicos con los que podemos mantener el orden, y también la economía.
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Los frascos nos dicen cuándo comprar
Los frascos de vidrio, debido justamente a la transparencia de su material de fabricación, aportan al espacio un estilo único. Pero también nos permiten la guarda hermética de todo tipo de elementos, gracias a sus sistemas de tapas a rosca o de tapones de corcho u otros materiales, insertados a presión. Poner los alimentos y elementos dentro de frascos de vidrio sin etiquetar nos permite mantener bajo control los contenidos, conociendo a simple vista cuánto queda en el frasco, y cuándo se aproxima la hora de comprar más. Por ello, podremos evitar comprar de más, sin necesidad, debido al desconocimiento.
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Uso de frascos en el taller
En el taller, podemos dar guarda a clavos, tornillos, tuercas, arandelas, bisagras y a cualquier tipo de elementos. El sistema de cierre a rosca o a presión permite una guarda que evitará el óxido y la corrosión por la exposición a los elementos. Para evitar oxidaciones en ciudades muy húmedas, guarda tus elementos en frascos, y coloca algunos granos de arroz normal o un pequeño trozo de carbón vegetal. Esto te permitirá mantener por mucho más tiempo tus elementos, evitando la compra en futuros proyectos.
Ahorro en la cocina con el uso de frascos
En la cocina también puedes valerte de frascos para la guarda de alimentos secos, en polvo, de harinas y granos. Es importante mantener los frascos libres de humedad, dejándolos bien cerrados y, de ser necesario, y según el clima de la ciudad, colocando pequeñas bolsas de tela con algunos granos de arroz dentro, para que absorban la humedad restante. Este sistema de almacenamiento te ayudará a evitar las compras innecesarias de alimentos y, también, dará mejor guarda a tus alimentos, permitiendo su máxima duración y provecho.
Frascos en salón de estudio
En las salas de trabajo y estudio también puedes valerte de la guarda de elementos en frascos de vidrio. Mantener tus hilos dentro de un frasco impedirá su desplazamiento excesivo, y esto, a su vez, te ayudará a mantenerlos enrollados. Así, cuando necesites hilo de un color determinado, podrás tomarlo y usarlo, evitando perder material por las hebras que se suelen liberar y enrollar con otras en cajas o cajones.
En la oficina hogareña y en la sala de estudios puedes mantener tus lapiceros, fibras, colores y rotuladores dentro de frascos de cierre hermético. Además de mantenerlos en orden y en buen aspecto, evitarás que se aireen los elementos, en particular los rotuladores y marcadores, y así te durarán por más tiempo, gracias al cierre hermético de los frascos.
