8 árboles frutales enanos para espacios reducidos

En esta nota te vamos a detallar algunos árboles frutales de pequeñas dimensiones que podemos tener en el jardín o en la huerta, en caso de contar con poco espacio, o bien quieras tenerlos de forma decorativas, pero con frutos.

Los árboles frutales enanos son un clásico en algunos jardines o patios internos de casa, son pintorescos y si los cuidas de manera correcta, te darán el fruto. En esta nota te presentamos los 8 ejemplares más elegidos.

Para dar comienzo a la nota, es importante saber que no todos los árboles frutales se pueden cultivar en macetas, hay variedades que se reproducen por injertos que son ideales para cultivar en amplios contenedores de cultivos, o también una terraza. Lo ideal es elegir contenedores de buen tamaño, para que los árboles se desarrollen sin ningún problema, y utilizar preferentemente tierra abonad y asesorarte de que los contenedores tengan buen drenaje.

Al tratarse de una variedad enana, la producción de frutos es menor. Entre la lista de frutales enanos podrás encontrar los siguientes: Manzano, Higuera negra, Higuera verde y Ciruelo. Para su plantación debemos tener en cuenta que necesita una maceta con buen drenaje.

La variedades de frutales que se pueden reproducir como árboles enanos son muchas, entre ellos son los Manzano, Higuera negra, Higuera verde, Ciruelo, Melocotonero y el Almendro. Aunque al tratarse de árboles que puedes moldear de tamaño pequeño, la posibilidades de que den frutos es mucho menor. También como buena opción puedes lograr reproducir ciruelos, planta de quinotos, cerezos y manzanos.

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La ventaja de los árboles enanos, es que los puedes cuidar perfectamente durante todas las estaciones del año y también obtener frutos, si su desarrollo se realiza de forma adecuada. A veces, los árboles de gran porte, sobre todo los añejos, suelen se más difícil de mantener.

Los frutales enanos suelen llegar a tener entre 2,5 y 3 metros de altura y ancho, y si se tratan y cuidan correctamente, en algunos casos pueden dar bastante cantidad de frutas.

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Injerto del árbol enano

Los injertos pueden ser buenos para lograr una reproducción del árbol de pequeñas proporciones y también compactas. Ya que el injerto es una manera de reproducción asexual, que normalmente se trata de unir las partes de dos o más ejemplares.

Esto consiste en tomar un gajo de la parte más alta del árbol frutal padre, lo que se conoce como púa, y es una rama que contenga brotes. Este esqueje o gajo, se une al portainjerto de otro árbol que sea compatible. Con el tiempo, las partes inferior o superior de estos dos ejemplar de árbol estarán unidas desde el mismo lugar donde se realizó el corte para el injerto.

Hay que destacar que la mayoría de árboles de frutas se reproducen por injertos, y que también existen los árboles multi-injertados, que son los que sirven para que se reproduzcan variedades distintas de frutas en un solo árbol.

¿Qué ventajas de los frutales enanos?

Buenos para espacios pequeños. Son ideales para jardines de espacio reducidos, patios, terrazas y balcones. Con un buen contenedor, puedes tener un ejemplar que decore este espacio de tu casa.
– Cuidados más sencillos. Al ser un ejemplar de tamaño reducido, puedes controlar mejor su crecimiento, manteniendo un optimo riego, una buena poda y controlar las posibles plagas que puedan afectarlo.
–Fruta antes. También hay más posibilidades que estos árboles puedan dar frutas mucho más rápido que los ejemplares de tamaño normal, que suelen tardar unos 5 años en dar fruto.

Plantaciones más densas. Al ser de tamaño pequeños, puedes tener más ejemplares en espacios reducidos, incluso, de variedades distintas.

Personalizable. A través de los injertos puedes lograr árboles moldeados a tu gusto, ya que son más compactos y con ramaje más abundante, lo que a la vez es favorable para que esto resistan a distintas climas, incluso fríos severos o lluvias abundantes.

Transportable. Si lo tienes en maceteros, fácilmente puedes trasladarlo al interior de casa cuando el clima al exterior no sea el optimo, ya sea durante el invierno, cuando el frío es mucho más severo, o durante el verano, en temporada de tormentas.