En marzo pasado, la ingesta por habitante se ubicó en el equivalente a 42,6 kilos por año, según informó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). Se trata del peor registro en los últimos 30 años.
El consumo de carne vacuna en Argentina ha experimentado un marcado descenso en marzo pasado, con una disminución del 18,5% por habitante en comparación con el mismo mes del año anterior. Este panorama se agrava aún más con la revelación de que el consumo aparente, que incluye tanto la producción local como las exportaciones, ha alcanzado su peor registro en los últimos 30 años.
Estas cifras han sido proporcionados por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) en un informe reciente. Según el mismo, durante el primer trimestre de 2024, la industria frigorífica vacuna produjo un total de 745.000 toneladas de carne vacuna con hueso, lo que representa una disminución del 7,6% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta caída en la producción equivale a 61.200 toneladas menos de carne vacuna con hueso.
A pesar de la estabilidad en las exportaciones de carne vacuna, que se mantuvieron en torno a las 85.000 toneladas durante el mes de marzo, el consumo aparente ha continuado su tendencia a la baja. De acuerdo con Ciccra, durante los primeros tres meses del año se habrían exportado un total de 245.200 toneladas de carne vacuna con hueso, lo que representa un aumento del 22,9% en comparación con el año anterior.
Sin embargo, estas exportaciones no han compensado la disminución en el consumo interno, lo que ha resultado en un consumo aparente total de 499.700 toneladas de carne vacuna en el primer trimestre de 2024. Esta cifra marca un descenso del 17,6% en comparación con el mismo período del año anterior, estableciendo así un récord histórico como el más bajo de las últimas tres décadas.