Castaña de cajú en Argentina y las propiedades de este alimento

A diferencia de otros frutos secos como la nuez de nogal, la castaña de cajú no tiene una producción a gran escala en el país y significa parte del motor económico y alimenticio de la región.

El cajú, conocido en la región como castaña de cajú, es el fruto de un árbol tropical originario del noreste de Brasil, el anacardo. En Argentina, si bien no es un cultivo masivo, algunas provincias con climas subtropicales, como Misiones y Formosa, han demostrado tener las condiciones adecuadas para su crecimiento. El desafío principal es adaptar el manejo del cultivo a las particularidades climáticas locales, ya que las heladas pueden ser un riesgo.

El proceso de recolección y procesamiento de las castañas de cajú es laborioso. Primero, se cosecha el fruto completo, que consta de una nuez con forma de riñón (la castaña) unida a un seudofructo carnoso y de color vibrante, conocido como «manzana de cajú«. Posteriormente, la castaña debe ser tostada para eliminar el líquido cáustico de su cáscara, una tarea que requiere cuidado para evitar quemaduras. Una vez tostada, se extrae la nuez comestible.

Propiedades y beneficios de la castaña de cajú

La castaña de cajú es mucho más que un simple snack; es un alimento con una gran cantidad de beneficios para la salud. Es conocida por su delicioso sabor suave y su textura cremosa, lo que la hace muy versátil en la cocina.

Entre sus principales propiedades nutricionales, se destacan:

  • Rica en grasas saludables: Contiene grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular, ayudando a reducir el colesterol «malo» (LDL).
  • Fuente de proteínas y fibra: Aporta una buena cantidad de proteínas vegetales, esenciales para la reparación de tejidos y el desarrollo muscular. La fibra, por su parte, ayuda a la digestión y genera una sensación de saciedad.
  • Minerales esenciales: Es una excelente fuente de minerales como el magnesio, vital para la función muscular y nerviosa; el zinc, que refuerza el sistema inmunológico; y el hierro, fundamental para el transporte de oxígeno en la sangre.
  • Antioxidantes: Contiene compuestos antioxidantes como la zeaxantina y la luteína, que protegen las células del daño de los radicales libres y son particularmente beneficiosos para la salud ocular.

Por todo esto, la castaña de cajú es una excelente adición a cualquier dieta, ya sea consumida como un snack, en ensaladas, platos salados o incluso para elaborar leches y quesos veganos.

La producción y el alcance del Cajú en Argentina

A diferencia de otros frutos secos como la nuez de nogal, la castaña de cajú no tiene una producción a gran escala en el país. El mercado argentino se abastece principalmente de importaciones, con Brasil como uno de los principales proveedores. Esto se debe a la complejidad del proceso de cosecha y tostado del cajú, que requiere una mano de obra intensiva y especializada. Además, las fluctuaciones en el mercado internacional y la competencia de países como Vietnam e India, los mayores productores globales, influyen en la disponibilidad y el precio en el mercado local.

A pesar de estos desafíos, el consumo de castaña de cajú en Argentina ha experimentado un crecimiento sostenido, impulsado por la creciente demanda de alimentos saludables y nutritivos. Este fruto se valora por su versatilidad, su sabor suave y su textura cremosa, siendo un ingrediente popular en la gastronomía.

La castaña de cajú en Argentina es, en su mayoría, un producto de importación, pero el interés por los cultivos de frutos secos en el país abre una oportunidad para que la producción local de anacardo pueda desarrollarse en el futuro, especialmente en las provincias del norte.

Principales características del cultivo de cajú

  • Clima: Necesita un clima cálido y húmedo, sin riesgo de heladas.
  • Suelo: Se adapta a diversos suelos, pero prefiere los arenosos y bien drenados.
  • Cosecha: Es un proceso manual en el que se recoge la nuez y el seudofructo (la «manzana de cajú»).
  • Procesamiento: La castaña debe ser tostada para eliminar su cáscara tóxica antes de ser consumida.
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