China acelera su transformación agroalimentaria para lograr el autoabastecimiento y convertirse en potencia exportadora

El gigante asiático combina planificación estatal, tecnología e inteligencia artificial para aumentar su productividad agrícola y asegurar su seguridad alimentaria, con la mira puesta en convertirse en exportador neto de alimentos.

Durante décadas, China sufrió escasez de alimentos, pero hoy se enfoca en garantizar su seguridad alimentaria y avanzar hacia la autosuficiencia productiva. El país no solo busca asegurar las calorías básicas para su población, sino también mejorar la calidad de la dieta incorporando más proteínas animales. En este marco, el gobierno impulsa políticas de precios sostén para distintos cultivos —excepto soja y maíz—, junto con seguros de rentabilidad para productores, a fin de estimular los rindes y reducir la dependencia de las importaciones.

El proceso se apoya en tecnología, innovación y planificación estatal. Durante un viaje organizado por AZ-Group, productores argentinos y brasileños observaron cultivos genéticamente modificados con rendimientos de hasta 22 toneladas de maíz por hectárea y 7 toneladas de soja, en una estrategia que incluye mayor concentración de tierras para optimizar la producción. En paralelo, la automatización y la inteligencia artificial transforman toda la cadena: desde la logística con camiones y drones autónomos hasta el puerto de Yangshan, el más grande del mundo, que hoy descarga un buque en solo cuatro horas.

La visión de largo plazo del gobierno chino se refleja también en su infraestructura: autopistas, aeropuertos y edificios modernos se multiplican en todo el país, acompañados de un ambicioso plan hacia 2049 para convertirse en nación desarrollada. “China va por todo y está haciendo una profunda transformación de su matriz de producción con productos de mayor valor agregado y calidad, para conquistar los mercados internacionales”, resaltan los participantes del viaje.

En este contexto, China busca dejar atrás su imagen de productor masivo y de bajo costo, apostando a la excelencia tecnológica y la sustentabilidad. Con una población de clase media creciente y un fuerte ímpetu por el progreso, el gigante asiático avanza hacia su meta de convertirse en líder global agroindustrial, marcando el ritmo del comercio mundial de alimentos.

Fuente: La Nacion

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