Para los que buscan tomar así el mate, una buena opción es la yerba mate tradicional (con palo) o bien, dependiendo del gusto.
El mate es la bebida que más consumimos los argentinos: según un relevamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYB), bebemos 100 litros de mate al año. En el mercado hay más de 200 marcas, con infinidad de variedades y precios. ¿Cómo elegir la mejor? Para guiar a los consumidores, el INYB lanzó una guía “oficial” para los consumidores.
Cuando tomamos un mate, el tiempo de estacionamiento y las proporciones de hoja, palo y polvo (el blend o mezcla); van a influir en el sabor, intensidad y duración del mate.
Cada marca de yerba mate , determina el tiempo de estacionamiento para su producto y elabora su propio blend; es decir que el tiempo y las proporciones de hoja, palo y polvo van a variar.
Cuando estamos parados frente a la góndola del supermercado, observamos muchas marcas de yerba mates de distintos tipos y sabores. Si bien en algunas ocasiones ya existe una preferencia por cierto tipo o por cierta marca, en esta oportunidad te explicamos que factores tener en cuenta a la hora de elegir la mejor yerba mate.
Tiempo de estacionamiento y proporciones de la mezcla
El sabor, la intensidad y la duración del mate se encuentran condicionados por el tiempo de estacionamiento de la yerba y las proporciones de hoja, palo y polvo, que determinan el tipo de blend o mezcla.
El tiempo de estacionamiento de la yerba mate es realizado en cámaras acondicionadas, en donde se controla la temperatura y humedad hasta llegar a su maduración. Dura aproximadamente entre 9 meses y un 1 año, que es cuando la yerba mate desarrolla su aroma y sabor.
El blend o mezcla está formado por hojas, que aportan intensidad de sabor, palitos, que buscan lograr un equilibrio de sabores y polvo, que es el componente fundamental para unir las distintas notas que componen el sabor de la yerba, junto con lograr un mate suave y espumoso.
Tipos de yerba mate
Suave: la mejor opción es la yerba mate tradicional con palo. Generalmente, la marcas presentan yerbas con un 70 % hojas secas y trituradas y un 30% de palo. Según el Código Alimentario Argentino, el paquete debe contener al menos un 65% de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y no más de un 35 % de palo.
Intensa: para mates más duraderos e intensos, es recomendable utilizar la yerba sin palo. Conforme al Código Alimentario Argentino la yerba mate sin palo debe tener no menos de un 90 % de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y no más de un 10 % de palo.
Compuesta: incluye hierbas naturales con muchas propiedades como, el boldo, tilo, manzanilla, poleo, etc. Algunas son digestivas, otras producen sensación de bienestar. De acuerdo al Código Alimentario Argentino cada paquete debe contener hasta un 40% de hierbas aromáticas y el 60% restante de yerba mate.
Saborizada: contienen esencias naturales y sabores que pueden ser cítricos, como pomelo, limón o naranja, o exóticos como frutos del bosque y tropicales.
Yerba mate para tereré: para esta preparación se utiliza yerba mate con una molienda más gruesa. Al poseer menor contenido de polvo, evita que se obstruya la bombilla. Si bien se puede utilizar la yerba mate tradicional, es probable que al incorporar agua fría se tape la bombilla.
Yerba mate Barbacuá: que significa “tostado”en guaraní. Es sometida a un proceso de secanza utilizado por los guaraníes. En este proceso, las hojas son expuestas al calor del fuego de leña durante todo un día, lo que le otorga un ligero sabor ahumado o tostado.
Yerba mate soluble: o mate instantáneo, es el extracto de mate en polvo, o sea, es el resultante de la deshidratación de los extractos acuosos obtenidos de la yerba mate.
Yerba mate orgánica: en la cual está presente el cuidado del medio ambiente durante el proceso de elaboración, evitando el uso de agroquímicos. Diversos organismos nacionales e internacionales certifican este proceso y verifican la utilización de materiales reciclables tanto en envases como en empaques. En nuestro país, el sello Orgánico Argentina otorgado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, avala que el producto minimiza el uso de los recursos no renovables, no utiliza fertilizantes, ni plaguicidas sintéticos.