Para los que buscan tomar así el mate, una buena opción es la yerba mate tradicional (con palo) o bien, dependiendo del gusto.
El mate no es solo una bebida en Argentina, es una tradición. De hecho, ¡somos los mayores consumidores! Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYB), los argentinos tomamos un promedio de 100 litros de mate al año. Con más de 200 marcas en el mercado y una infinidad de variedades, ¿cómo elegís la mejor? Para ayudarte, el INYB lanzó una guía oficial para consumidores.
¿Qué influye en el sabor del mate?
Cuando preparás un mate, dos factores clave van a determinar su sabor, intensidad y duración: el tiempo de estacionamiento y las proporciones de hoja, palo y polvo (conocido como «blend» o mezcla). Cada marca de yerba mate tiene su propio proceso y blend, por lo que estas características varían.
Factores a tener en cuenta al elegir tu yerba
Cuando te encontrás frente a la góndola del supermercado, la variedad de yerbas puede ser abrumadora. Si bien es posible que ya tengas una marca o tipo preferido, te explicamos qué considerar para elegir la yerba mate ideal.
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Tiempo de estacionamiento y proporciones de la mezcla
El sabor, la intensidad y la duración de tu mate dependen directamente del tiempo de estacionamiento de la yerba y de las proporciones de hoja, palo y polvo que componen su blend.
- Tiempo de estacionamiento: Este proceso se realiza en cámaras acondicionadas, donde se controlan la temperatura y la humedad hasta que la yerba alcanza su punto óptimo de maduración. Dura entre 9 meses y 1 año, y es durante este período que la yerba mate desarrolla plenamente su aroma y sabor característicos.
- Blend o mezcla: Está compuesto por tres elementos principales, cada uno con un rol específico:
- Hojas: Aportan la intensidad del sabor.
- Palitos: Buscan lograr un equilibrio de sabores.
- Polvo: Es fundamental para unir las distintas notas que conforman el sabor de la yerba, y además contribuye a lograr un mate suave y espumoso.
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Tipos de Yerba Mate: ¿Cuál es la tuya?
Existe una amplia variedad de yerbas, cada una con características que se adaptan a distintos gustos y preparaciones:
- Suave: La opción ideal si preferís un mate con menos intensidad. Generalmente, es la yerba mate tradicional con palo. Estas yerbas suelen tener un 70% de hojas secas y trituradas y un 30% de palo. El Código Alimentario Argentino establece que deben contener al menos un 65% de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y no más de un 35% de palo.
- Intensa: Si buscás mates más duraderos y con un sabor pronunciado, la yerba sin palo es la recomendada. De acuerdo con el Código Alimentario Argentino, la yerba mate sin palo debe tener no menos de un 90% de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y no más de un 10% de palo.
- Compuesta: Esta variedad incluye hierbas naturales como boldo, tilo, manzanilla, poleo, entre otras. Algunas son digestivas, mientras que otras generan una sensación de bienestar. Según el Código Alimentario Argentino, el paquete puede contener hasta un 40% de hierbas aromáticas y el 60% restante de yerba mate.
- Saborizada: Contienen esencias naturales y sabores que pueden ser cítricos (pomelo, limón, naranja) o exóticos (frutos del bosque, tropicales).
- Yerba Mate para Tereré: Ideal para esta bebida fría, se caracteriza por una molienda más gruesa. Al tener menos contenido de polvo, evita que la bombilla se obstruya. Aunque se puede usar yerba mate tradicional, es probable que al incorporar agua fría, la bombilla se tape.
- Yerba Mate Barbacuá: Significa «tostado» en guaraní. Se somete a un proceso de secado ancestral guaraní donde las hojas se exponen al calor del fuego de leña durante todo un día, lo que le confiere un ligero sabor ahumado o tostado.
- Yerba Mate Soluble: También conocida como mate instantáneo, es el extracto de mate en polvo. Se obtiene de la deshidratación de los extractos acuosos de la yerba mate.
- Yerba Mate Orgánica: Prioriza el cuidado del medio ambiente durante su elaboración, evitando el uso de agroquímicos. Diversos organismos nacionales e internacionales certifican este proceso y verifican el uso de materiales reciclables en envases y empaques. En Argentina, el sello Orgánico Argentina, otorgado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, avala que el producto minimiza el uso de recursos no renovables y no utiliza fertilizantes ni plaguicidas sintéticos.
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