Una de las dudas más formuladas por todos los jardineros y jardineras es la de cómo engordar el tronco de un árbol, es decir, qué se puede hacer para que la planta desarrolle un tronco ancho, bien formado, y no se quede con ese palo delgado y débil que tiene en estos momentos.
Pues bien. Hay varias cosas que se pueden hacer, pero antes es importante que sepamos algo: hay que tener mucha paciencia. A estas plantas les puede costar bastante tiempo engordar, aunque podemos ayudarlas cuidándolas de la siguiente manera.
Si quieres saber qué puedes hacer para conseguir que el tronco se engrose, a continuación te ofrecemos varios trucos y consejos que te serán muy útiles para lograr ese fin:
Utiliza sustratos arenosos
Los sustratos arenosos, como la akadama, el pómice o similares son los más recomendables para conseguir que el tronco del árbol se ensanche, ya que mantienen las raíces correctamente aireadas de modo que la planta puede crecer sin problemas al no tener que preocuparse por nada.
Abona regularmente
El abonado es muy importante, sobretodo para las plantas que están en macetas, y más si se usan sustratos arenosos que no contienen casi ningún nutriente. Por ello, durante toda la temporada de crecimiento, es decir, durante la primavera y el verano hay que abonar los árboles.
¿Con qué? Bueno, puedes usar químicos (como el universal) o naturales (como el guano), pero para que no les falte de nada te aconsejo usar una vez uno y al mes siguiente otro. Recuerda seguir las indicaciones especificadas en el envase si usas abonos químicos y/o líquidos.
Planta tu árbol en el suelo
Para que engorde el tronco lo antes posible lo mejor que se puede hacer es plantarlo en el suelo en una zona donde reciba mucha luz solar de manera directa y cuidarlo como una planta de jardín más durante, al menos, dos o tres años. Pasado ese tiempo, el tronco ya habrá engordado lo suficiente para poder ser trabajado como bonsái.
Plántalo en una maceta grande -de 30cm de diámetro- antes de colocarlo en el jardín. Así te será mucho más sencillo sacarlo del suelo cuando haya llegado el momento.
Usa macetas grandes
Si no dispones de jardín, puedes usar una maceta grande y profunda para que el tronco de tu árbol engorde. El diámetro variará según el tamaño de la planta, pero por lo general se recomienda usar recipientes de 20cm o más de diámetro.
Recuerda rellenarla con sustratos arenosos, ya que si se planta en turba al tronco le llevará más tiempo engordar.
Poda de vez en cuando
Esto es sobretodo si quieres trabajar tu árbol como bonsái. Si quieres que engrose, además de lo que te hemos comentado ya, otra cosa que has de hacer es podarlo. Estas podas no han de ser en absoluto drásticas, si no que de lo que se trata es de ir dejando el tronco sin ramas hasta cierta altura, y de reducir la longitud del resto de ramas.
Por ejemplo, imaginemos que tienes un arbolito cuyo tronco mide 1 metro de alto y que empieza a ramificar a los 60 centímetros del suelo. ¿Qué hay que hacer? Bueno, en este caso concreto lo que aconsejamos es reducir su altura a unos 80 centímetros; de esta forma sacará ramas más bajas, y de paso el tronco irá engordando.
Si lo queremos para bonsái, en los próximos años iremos reduciendo su altura más, unos 10-20 centímetros/año, y solo si el árbol está respondiendo bien, produciendo ramas cada vez más bajas (que es lo que debería de hacer).
Además de la altura del árbol, has de encargarte de la longitud de las ramas. Ten en cuenta que al pinzarlas, es decir, al quitarles las hojas más nuevas, la planta tenderá a sacar ramas secundarias. Esto es muy bueno, ya que se logrará que la copa esté más poblada de hojas.
De todos modos, también es muy, muy importante saber que hay especies a las que es mejor no podarlas, ya sea porque no toleran la poda, o porque simplemente son plantas que se ven mucho más bonitas cuando crecen libremente. Algunas de ellas son: el almez (Celtis australis), Brachychiton (todos), sauce (Salix), o el flamboyan (Delonix regia).