Te contamos sobre las mejores opciones, cantidades, momentos adecuados para aplicar abonos orgánicos en tus tomates.
Siembre los tomates en la primavera o a principios del verano, el momento exacto depende de las temperaturas de su región geográfica. Realice la siembra una vez que el suelo se haya calentado y las temperaturas sean cálidas. Las temperaturas frías producirán plantas que no crecen mucho y que producen menos frutos o ninguno.
Los tomates necesitan sol, ocho horas de luz solar directa al día como mínimo. Así que debe elegir un área que brinde buena exposición, lejos de edificios, árboles y arbustos altos. El estar expuestas también permite que las plantas reciban una ventilación adecuada, lo que ayuda a prevenir enfermedades.
Tomates y nutrientes
Los tomates son una de las hortalizas cultivadas en la huerta que más nutrientes consumen del suelo. Necesitan de macronutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio (N-P-K) y también micronutrientes como el calcio y el magnesio entre otros.
Por más que la tierra de nuestra huerta sea fértil, siempre vendrá bien una dosis extra de nutrientes para asegurarnos que los tomates se mantengan saludables y nos den la mejor cosecha.
Para aumentar la productividad de los tomates, lo mejor es utilizar fertilizantes orgánicos que no generan riesgos para nuestra salud y no contaminan el ambiente.
Nota que te puede interesar: El uso del jabón blanco en pan en la huerta y el jardín
Cómo abonar las plantas de tomate correctamente
Uno de los métodos que ha resultado eficiente, es abonar los tomates de manera sostenida y en pequeñas dosis.
La fertilización en altas dosis, muchas veces trae aparejado un crecimiento desmedido de follaje que dificultará la maduración de los frutos. Y la producción de tomates, además, será menor.
Utilizar fertilizantes líquidos, en baja concentración y en aplicaciones frecuentes, les permite a las plantas crecer en forma permanente y controlada. Reciben los aportes de nutrientes en las cantidades justas.
También podes leer esta interesante nota: Por qué sembrar clavos oxidados en tu huerta o jardín
Cómo fertilizar los tomates
Existen muchas formulaciones de fertilizantes, pero como decíamos, la líquida resulta ideal en plantas de tomates.
Los fertilizantes líquidos pueden ser absorbidos por las plantas de dos maneras: por raíz con el agua de riego, o vía foliar, es decir por sus hojas. Estas dos entradas de nutrientes, aseguran una dosis rápida de energía para los tomates.
Para los tomates, uno de los mejores fertilizantes líquidos es el conocido “té de abono líquido” o “té de compost”. No sólo es fácil de producir, sino que gratis y muy completo para las plantas.
Puede aplicarse casi todos los días, con el agua de riego. De esta manera se mantiene la humedad del suelo y una buena dosis de nutrientes.
Cómo seleccionar el mejor fertilizante líquido
El té de compost está lleno de la mezcla perfecta de nutrientes que ayudan a las plantas de tomate a prosperar. Nutrientes que se absorben fácilmente, y ayudan a impulsar el cultivo a una cosecha abundante.
También sirve como alternativa el “té de humus de lombriz”, un fertilizante similar y muy efectivo también.
Si no dispones de una compostera, es posible comprar fertilizantes orgánicos en casas especializadas para tus plantas de tomates.
Cómo preparar el té de compost
Necesitarás 2 tachos o baldes, 1 pala, compost maduro, agua y una tela para filtrar (puede ser una camiseta vieja)
Llena ¾ de uno de los tachos con compost maduro, pero fresco. Agrega agua hasta llenar el tacho. Puedes añadir un poco de azúcar para despertar a las bacterias.
Deja reposar la mezcla por cuatro días, removiéndola ocasionalmente.
Luego filtrarás la mezcla a través de una tela porosa hacia el otro tacho. Lo que quede en el filtro, lo puedes volver a la pila de compost o agregarlo a la tierra de tus plantas.
Diluye el líquido ya filtrado hasta obtener el color de un té débil o agrega el doble de agua aproximadamente.
Que cantidad de fertilizante usar y cada cuánto tiempo aplicarlo
Al principio, utilizamos aproximadamente medio litro de mezcla por planta para los pequeños trasplantes. A medida que crecen y se desarrollan, aumentamos la cantidad por planta a 1 litro por cada tomatera.
Es mejor proporcionar a las plantas de tomates dosis regulares pero menos potentes que unas pocas dosis grandes. Esto quiere decir que fertilizaremos con abono líquido a media potencia cada 10 o 14 días.
En total, una planta de tomates puede llegar a recibir de 5 a 6 dosis a lo largo de la temporada antes de que dejemos de abonar.
Una dosis posible es diluir 5 litros de té de compost puro con 10 litros de agua de lluvia preferentemente. Para regar se utilizarán 2/3 de la mezcla y el resto para pulverizar el follaje.
Esta baja dosis evita que las plantas crezcan demasiado rápido. Pero también mantiene un suministro constante de nutrientes que llegan a las plantas todo el tiempo. Ambas cosas son fundamentales para que las plantas de tomate crezcan y produzcan.
Cuándo y durante cuánto tiempo fertilizar las plantas de tomates
Es importante dejar que las plantas se establezcan en la tierra luego del transplante, antes de fertilizar. Esto significa dejarlos que tengan una adaptación de unos 10 días aproximadamente.
También es clave que las plantas ya tengan cierto tamaño, al menos entre 10 y 15 centímetros de altura sobre el suelo antes de empezar a abonar.
Una vez establecidas, las plantas de tomate deben abonarse cada 10 o 14 días durante las primeras 10 o 12 semanas. Si se utiliza un fertilizante líquido foliar, es mejor hacerlo en las horas de la tarde para que los rayos del sol no quemen el follaje.
Una vez que las tomateras empiecen a producir frutos más grandes y éstos empiecen a madurar, es el momento de dejar de abonar. Fertilizar demasiado tarde en la temporada puede, de hecho, reducir los rendimientos en lugar de mejorarlos.