Cuando hablamos de regiones donde las lluvias son escasas o prácticamente nulas, nos referimos a suelos áridos, secos y con un importante déficit hídrico. Pero con algunos métodos podemos lograr que la vegetación del lugar prospere, siempre y cuando recurramos a algunas técnicas adecuadas.
Dentro de los paisajes desérticos, ya sea llanura, puna o áreas donde las precipitaciones suelen aparecer de vez en cuando, la vegetación suele ser escasa, o si bien prospera, la misma naturaleza se adapta al clima dominante para que esto suceda. Ya sean plantas pequeñas, arbustos, arboles de gran porte, siempre hay ejemplares que desafían la sequedad del terreno y crecen sin ningún impedimento.
¿La razón? Existe una sola: sus raíces. Aquellas plantas que han podido desarrollar una fuerte resistencia desde su parte radicular, pivotante y profundo, o sea, sus raíces, son las plantas que se llegaron a adaptar con éxito a zonas desérticas. Pero el asunto es, ¿de dónde logran extraer agua estas raíces profundas y pivotantes? En realidad la consiguen de agua de lluvias o chaparrones que suelen caer de vez en cuando, cuya humedad en el suelo ha quedado retenida o depositada en el microporo a gran profundidad, y que sólo una raíz profunda, fuerte y sana puede bombear para su provecho.
En este momento llegamos al punto central de la nota ¿Cómo plantar árboles en zonas semiáridas y áridas? La ventaja está en que los árboles son menos sensibles que ciertos cultivos de temporada, los que se siembran o plantan bajo condiciones optimas de humedad en suelo para que estos prosperen de manera eficiente, ya que los cultivos (vegetales, hortalizas, aromáticas) necesitan si o si de cierta humedad en la tierra, y no así los árboles. Con propósito múltiple dentro de los sistemas agroforestales podrá contribuir de modo significativo al desarrollo sostenible, todo esto a causa de la introducción de especies arbóreas en distintas regiones áridas desérticas.
Los métodos para una plantación exitosa
Dentro de los tantos métodos utilizados para lograr que los árboles prosperen en zona desérticas, está en la profundidad y el espacio donde se plantará el ejemplar. Lo recomendable es realizar un pozo grande, con una medida estimada entres los 0.50 m de ancho x 0.50 m de profundidad. Y como un detalle importante, en el fondo se colocarán unas cuantas hojas de nopal (penca de la tuna) como rodeando la base del árbol recién trasplantado.
A todo esto, hay que tener en cuenta que el nopal se desarrolla en zonas desérticas, una planta que se ha adaptado a los terrenos secos, áridos y necesitan de poca lluvia para prosperar, ya que tienen la capacidad de retener agua dentro de sus carnosas hojas para sobrevivir. El mucílago contenido en sus gruesas hojas puede retener humedad, y a la vez irá aportando nutrientes, por al menos unos 5 años al nuevo árbol plantado. ¿Una técnica curiosa, verdad?
Método con tubos hacia las raíces
También se emplean otras técnicas, y es de realizando un pozo de al menos 0.40m de ancho x 0.40m de profundidad, colocando un tubo conductor (puede ser rodeado con piedras) para facilitar el drenaje del agua hacia la parte mas profunda del poso donde se aloje la zona de raíz del árbol plantado.
Para llevar a cabo esta técnica, deberás tener muy presente que cuando se planta el árbol, se cubre con tierra bien compactada o aprisionada alrededor del tubo, para luego poder retirarlo cuidadosamente. De esta manera contaremos con una especie de canal que conducirá el agua hacia las raíces de la planta. El secreto de esto es contar con pendientes naturales en el terreno, con curvas y bajante, de manera que el agua que llegue a la superficie pueda ser trasladada hasta la zona más profunda, hasta alcanzar las raíces del árbol.
La técnica puede apreciarse claramente en el siguiente video realizado en una región desértica en Marruecos, durante una jornada de restauración ecológica y lucha contra la desertificación.