Si estás utilizando la yerba que te queda después de cada mateada, para las plantas, tienes que saber que existe una manera correcta de hacerlo. En esta nota te lo vamos a contar.
Desde niños crecimos rodeados por las plantas de la abuela, ya sea en el patio de casa, en el jardín de adelante o en la terraza. Sea en el rincón que sea, la nona siempre tenía un lugar para mantener sus plantas. En aquellas tardes, después de la merienda tradicional con mates, mirábamos con atención cómo arrojaba los restos de la yerba utilizada en los conteros o las macetas. Lo que no sabíamos, es que no es muy bueno verter la yerba húmeda y recién descartada para las plantas.
Para utilizar de manera correcta este residuo orgánico, primero tiene que pasar un un proceso, el de descomposición y el de secado.
La yerba húmeda puede aportar para el desarrollo de hongos o bacterias en la tierra, o la pelusa blanca «moho», como así también obstruir los canales donde el agua filtra después de cada riego, por ende, el líquido no llega a las raíces.
Si arrojamos yerba sobre las hojas y flores de las plantas, esta actúa como un llamador de hormigas, moscas y otros insectos que pueden resultar dañinas para los ejemplares de nuestro jardín o la huerta. Sobre todo en tiempos de calor, como lo son la primavera y el verano, cuando la humedad también es elevada, lo que retarda el secado de la yerba en la tierra y promueve el desarrollo de patógenos.
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¿Cómo realizar un correcto proceso y secado de la yerba mate?
Al ser 100% vegetal, la yerba mate húmeda puede ser empleada en el compost casero, como un agregado más, logrando su descomposición junto a los organismos que hacen posible el compost. De esta manera la yerba quedará libre de los propios ácidos, de toda materia que puede ser nociva para la tierra y las plantas.
También, podemos realizar un secado de este residuo orgánico, para luego ser utilizado como un aporte para el abonado de la tierra.
1- Colocar la yerba del mate sobre un papel de diario. Esparcirla a modo de una fina capa.
2- Llevar el diario al sol, asegurarnos de que no llame a las hormigas. Dejarla unas horas a los rayos directos del sol.
3- Cuando notemos que ya no muestra signo de humedad, plegamos la hoja del periódico y dejamos reposar la yerba mate ya seca por una noche más. Al día siguiente, procedemos a colocar la yerba seca en una bolsa de papel, y ya estará lista para usarse mezclada con mantillo, compost, humus o bien la tierra negra.
De esta manera contaremos con el aporte de nutrientes de procedencia vegetal para nutrir la tierra donde tengamos nuestras plantas, con yerba utilizada, pero empleada de manera segura.
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Este proceso de secado podemos utilizarlo también para secar el contenido de los saquitos de té, café o mate cocido, que también son un buen fertilizante para combinar con la tierra que utilizamos para nuestras plantas.