La elaboración del café perfecto

Sorprendentemente, el secreto para un espresso perfecto no estaba en la tradición, sino en las matemáticas y la ciencia de los materiales. Lee la nota y asombrate.

¿Quién diría que la ciencia detrás de un buen café espresso podría revolucionar la forma en que lo preparamos? Un equipo de científicos, liderado por el matemático Dr. Jamie Foster de la Universidad de Portsmouth, ha desafiado la sabiduría popular para crear una receta que no solo es más consistente, sino también más económica.

El café es mucho más que una bebida; es un fenómeno cultural y económico global. Su historia, que se remonta a siglos atrás, ha moldeado rituales, economías y tradiciones en todo el mundo.

Origen y expansión histórica

Se cree que el café se originó en Etiopía, en la región de Kaffa. La leyenda más popular cuenta la historia de un pastor de cabras llamado Kaldi, quien notó que sus animales se volvían muy enérgicos después de comer las bayas de un arbusto. A partir de Etiopía, el café se extendió a Yemen, donde los monjes sufíes lo usaban para mantenerse despiertos durante las oraciones nocturnas.

En el siglo XV, se popularizó en el mundo árabe, dando lugar a los primeros «cafés» o kahwe khaneh, que se convirtieron en centros de reunión social y política. Desde allí, los mercaderes lo llevaron a Europa en el siglo XVII, donde, a pesar de la oposición inicial, rápidamente conquistó el continente. A través de la colonización y el comercio, el café llegó a las Américas, Asia y otras partes del mundo, estableciéndose como un cultivo fundamental.

La ciencia detrás de la taza perfecta

Tradicionalmente, se cree que moler el café más fino resulta en una bebida más fuerte, ya que aumenta la superficie de contacto con el agua. Sin embargo, este equipo de investigadores descubrió que esta idea no es tan simple.

Al moler el café en partículas muy finas, se produce un problema: algunas áreas del café se obstruyen. Esto impide que el agua fluya de manera uniforme, lo que desperdicia café y crea un sabor inconsistente. Como resultado, no se logra la extracción deseada, haciendo que el proceso sea menos eficiente.

La solución: molido más grueso

El Dr. Foster y su equipo descubrieron que la clave está en usar menos granos de café, pero con una molienda más gruesa. Esta técnica permite que el agua fluya de manera más uniforme a través de toda la cama de café, garantizando una extracción más eficiente y un sabor más intenso.

  • Más consistente: Al eliminar las obstrucciones, cada taza de café tiene un sabor más predecible.
  • Más económico: El nuevo método utiliza menos granos, lo que se traduce en un ahorro significativo. Las pruebas en una cafetería de Estados Unidos reportaron un ahorro de miles de dólares en solo un año.

Un futuro más sostenible para el café

Según las estimaciones, si este método se aplicara en todo el mercado cafetero de Estados Unidos, se podrían ahorrar más de 1.100 millones de dólares al año. Además, esta técnica promueve un consumo más sostenible al reducir la cantidad de materia prima necesaria para producir café de alta calidad.

Fuente: Héctor Rodríguez / National Geographic,

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