Más de 300 evacuados por el desborde del riachuelo y la paralización de obras clave agravan una crisis ante un pronóstico meteorológico que no da tregua.
La localidad correntina de San Luis del Palmar quedó bajo emergencia tras recibir casi 400 milímetros de lluvia en solo 48 horas, un registro sin precedentes que provocó el desborde del riachuelo local y el anegamiento de amplios sectores urbanos y rurales.
El impacto social es severo: más de 310 personas de 79 familias fueron evacuadas y alojadas en 12 centros de asistencia, a las que se suman unas 45 familias autoevacuadas, superando los 400 damnificados directos. La situación genera especial preocupación en las viviendas cercanas a la ruta provincial N° 5, una de las zonas más expuestas al avance del agua.
La crisis se agrava por factores estructurales. El agua que cae en áreas rurales ubicadas a unos 70 kilómetros drena directamente hacia el casco urbano, mientras permanece paralizada una obra clave de dragado del riachuelo, frenada por un conflicto judicial. Según el municipio, esta infraestructura es fundamental para acelerar el escurrimiento y evitar la acumulación de sedimentos y residuos.
El panorama a corto plazo no ofrece alivio: rige alerta amarilla por tormentas y se esperan nuevas lluvias intensas en los próximos días. Las autoridades mantienen un monitoreo permanente del nivel del riachuelo, refuerzan la asistencia a los evacuados y reclaman soluciones de infraestructura urgentes para evitar que este tipo de episodios extremos se repitan.




