En la Argentina se usan distintos métodos para curar mates, y ninguno es mejor que otro, simplemente están relacionados con la tradición, la cultura, la comodidad y lo que se pueda conseguir para realizar este procedimiento que es muy sencillo y necesario para lograr el rendimiento del recipiente y que dure mucho tiempo en buen estado.
Si se trata de un mate de madera.
Una de las maneras más populares es untar el mate de madera con una capa de aceite o manteca, para sellar sus poros y alargar su vida. Otra técnica para curarlo es lavarlo y llenarlo con yerba húmeda (usada de la última cebada de un mate viejo) e ir mojándolo constantemente con agua tibia, sin permitir que se seque en ningún momento. Este proceso se lleva a cabo durante 24 horas, o incluso se puede cambiar la yerba y repetir la operación durante varios días.
2. En caso de tener un mate de calabaza chata.
Se trata de uno de los recipientes más comunes. Para curarlo, hay que llenar la calabaza con yerba húmeda usada y volcarle agua hervida. Se deja reposar por doce horas y luego hay que cambiar la yerba, despegando el hollejo de la calabaza con una cucharita.
Este proceso debe repetirse tres o cuatro veces.
3. Cómo curar un porongo para mate dulce.
Se trata de un recipiente de calabaza denominado «pera» o «poro», por su forma parecida al fruto de la pera. Para curarlo hay que colocar tres cucharaditas de azúcar impalpable dentro del recipiente y agregar un brasa encendida. Después se coloca yerba usada cubierta de agua hervida. El proceso de yerba usada y agua hervida se repite cinco veces más. Finalmente, se termina de curar el mate cebándolo.
4. La curación de un mate de guampa.
A este tipo de mate es conveniente dejarlo durante 24 horas en remojo con agua y detergente, para eliminar la grasitud, ya que produce un sabor desagradable. Por último, cabe destacar que si se utiliza para tomar mate amargo, debe usarse únicamente para este tipo de mate. Si al recipiente se le coloca azúcar en alguna ocasión, cambiará el sabor del mate para siempre.