Marcelo Vives, el argentino que batió el récord de salto desde la estratosfera, revela que lo que realmente le genera vértigo es invertir en la siembra: «Es increíble cómo me da más miedo gastar una fortuna en el campo que saltar desde la estratosfera».
Marcelo Vives y Alejandro Montagna son dos argentinos que batieron el récord de salto nocturno al lanzarse desde un avión a más de 13.000 metros de altura y a más de 300 kilómetros por hora.
«Fue lindo, divino, nos encantó,» cuenta a Agrofy News Marcelo Vives (51), quien también es productor agropecuario en Clason, una localidad en el noroeste del departamento Iriondo, provincia de Santa Fe. «Te puedo asegurar que hay veces que me da más vértigo ir a sembrar el campo y gastar un montón de plata que saltar de la estratosfera. Es así, es increíble,» aclara.
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La hazaña del récord en paracaídas: ¿Cómo lo lograron?
El proyecto de batir el récord de salto en paracaídas de Alejandro Montagna y Marcelo Vives comenzó a tomar forma hace un año. «Trabajamos mucho para este proyecto. Armamos el mejor equipo que se puede armar en el mundo, tenemos el mejor avión, y el único capaz de subir a la estratosfera y abrir la puerta,» contó Montagna, empresario, antes del vuelo.
El avión partió desde el aeródromo WTS, cerca de Memphis, en Tennessee, Estados Unidos, y la puerta se abrió a 13.018 metros de altura, con una temperatura de -62°C y una sensación térmica aún más baja.
Marcelo Vives: la relación con el campo y el paracaidismo
Oriundo de San Genaro, Santa Fe, Marcelo Vives produce soja, trigo y maíz en la zona de Clason, sobre la ruta 34. Son unas 270 hectáreas las que siembra y asegura que le da más vértigo invertir para producir que saltar desde la estratósfera. «Estamos con lo justo,» señala y agrega: «Tenemos esperanza en este Gobierno, es más alentador el panorama.»
«El clima parece que va a ser un año Niña, y venimos aterrados del anteaño pasado que fue una catástrofe. Estamos todos los productores con el corazón en la boca,» describe.
Marcelo es hijo de productores agropecuarios. Su padre vendió un tambo en los lotes donde ahora produce, y él comenzó con ganadería hasta que también decidió vender: «En la época de Guillermo Moreno me cansó, me hartó y vendí todos los animales que tenía porque era inviable. Como hobby tenía el paracaidismo, si quería seguir teniendo animales, entre los dos hobbies me fundía. Uno tuvo que volar y no fue el paracaidismo.»
«A mi hijo lo voy a hacer estudiar, el campo ya lo tiene así que haga otra cosa,» cuenta a Agrofy News.